"Fue la persona probablemente más transformadora de la realidad de la historia argentina en términos concretos, no discursivos: su compromiso con la niñez, los ancianos, las mujeres, los derechos de los trabajadores, los hogares, los hospitales, las escuelas; todo eso que aparece ninguneado por la Historia pero que tiene muchísimo que ver con el contacto directo que tenía Evita con la gente necesitada", dijo a Sputnik el historiador Felipe Pigna, autor de tres libros biográficos sobre la 'abanderada de los humildes'.
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Su vida fue inmortalizada en películas, obras de teatro, novelas y el famoso musical. Pero lo que ocurrió después de la muerte de Evita Perón fue uno de los mayores misterios en la Argentina durante años y sigue siendo uno de los casos más sórdidos de la historia del país.
- Se agotaron las flores de dos países
A los 33 años y víctima del cáncer, Evita, esposa del entonces presidente de la Argentina, el general Juan Domingo Perón, murió el 26 de julio de 1952. Su funeral duró 15 días y fue tan multitudinario el luto que se agotó el suministro de flores de todo el país y el de Chile.
- Borrar a Perón
El cuerpo embalsamado permaneció en el edificio de la Confederación General del Trabajo (CGT) hasta 1955, año de la llamada "Revolución Libertadora", el golpe de Estado que derrocó a Perón. El expresidente huyó al exilio, los dictadores prohibieron el peronismo y decidieron desaparecer el cuerpo de Evita para que no hubiera un lugar de culto.
"Lo que buscaban era evitar que el cadáver fuera utilizado como un símbolo de lucha política. El Gobierno que derrocó a Perón en el 55 decretó la prohibición de los símbolos partidarios e incluso pronunciar el nombre de Perón, suponiendo que, con la desaparición de las expresiones que los representaban, desaparecía el 'problema'. […] Eliminado toda posibilidad de ser presentado el cuerpo de Evita, creían que iba a desaparecer hasta el propio recuerdo", dijo a Sputnik el historiador Fabio Wasserman.
- El cuerpo recorre la ciudad en una furgoneta de florería
Después de quemar el cuerpo con cigarrillos y de 'torturar' a una mujer ya muerta, el jefe de Servicios de Inteligencia del Ejército (SIE), Carlos Eugenio Moori Koenig, y su lugarteniente Eduardo Antonio Arandía secuestraron el féretro y lo transportaron de un lugar a otro en un camión de florería para ocultarlo.
"La resistencia peronista tenía una guardia en la CGT porque suponían que el cuerpo de Evita iba a ser retirado de ahí. A partir del traslado se hace un seguimiento de los lugares donde va a parar el cuerpo, en general casas operativas del Ejército o de la Marina, y dejan velas y flores nomeolvides", contó Pigna a Sputnik.
- Una embarazada asesinada por su marido
El cadáver pasó un tiempo en la casa de Arandía. Una noche, preso de la paranoia, creyendo que un grupo armado había encontrado el escondite y que estarían ingresando a su propiedad para recuperarlo, Arandía vació el cargador de su 9 mm contra una sombra que se movía dentro de su casa. Lo que encontró fue el cadáver de su mujer embarazada.
- Guardada como trofeo
Moori Koenig intentó primero ocultar a Evita en su casa pero su mujer se lo impidió. El cuerpo terminó en una caja de madera para transmisores de radio, colocada en posición vertical en su oficina. Allí lo exhibía a personas de su confianza como un trofeo hasta que se enteró del asunto el entonces presidente de facto Pedro Aramburu. Koenig fue relevado de su cargo y reemplazado por Héctor Cabanillas.
- La Iglesia católica fue cómplice del ocultamiento
Cabanillas inicia el operativo para sacar el cuerpo del país con ayuda del capellán Francisco Rotger, miembro de la Compañía de San Pablo. Rotger obtiene el permiso de su superior en el Vaticano y del Papa Pío XII y Evita es falsamente repatriada en Italia con el nombre apócrifo de María Maggi viuda de Magistris.
- Una mujer italiana le llevó flores durante 14 años
El cuerpo fue enterrado en Milán en 1957 con ese nombre falso y durante 14 años una mujer local fue encargada para llevarle flores a una persona desconocida. El código de silencio de militares y jerarcas eclesiásticos hizo que el misterio perdurara por tanto tiempo.
- Secuestro y asesinato de un expresidente de facto
El secreto comienza a desvelarse recién en 1970, cuando la agrupación guerrillera argentina Montoneros secuestra a Aramburu y, entre otras demandas, exige la aparición de Evita. El expresidente de facto confiesa el paradero italiano e involucra a Cabanillas antes de ser asesinado.
- Cabanillas devuelve en persona el cuerpo a Perón
Un año más tarde, el dictador Alejandro Lanusse, como parte de su Gran Acuerdo Nacional que llevaría al regreso de las elecciones democráticas de 1973, manda a exhumar a Evita y a devolverla a su exmarido. En septiembre de 1971, Cabanillas traslada los restos desde Milán hasta la residencia de Perón en Madrid.
- Segundo cadáver secuestrado y segundo viaje intercontinental
En 1973, Perón vuelve a instalarse en la Argentina y gana las elecciones, pero Evita permanece en la residencia de Puerta de Hierro en Madrid. A mediados del año siguiente muere el presidente y asume su esposa y vice, María Estela Martínez, ‘Isabelita'. La Montoneros secuestra el cadáver de Aramburu y pide a cambio que Eva sea devuelta al país.
- Evita y Perón unidos después de la muerte, pero por poco tiempo
"La figura política que más pudo encarnar la dimensión de la participación popular en los espacios públicos fue Evita. Para entender el ensañamiento hacia ella hay que tomar en cuenta el odio hacia lo que representaba. Hay sectores importantes de la sociedad argentina que ven con desagrado y malestar la posibilidad de que sectores populares formen parte de la toma de decisiones, que su movilización implique cambios sobre lo colectivo", dijo Wasserman.
Por su parte, Pigna resumió: "Esta es la radiografía del odio más brutal, que sobrepasa la muerte. Hay una frase que es muy reveladora. A uno de los secretarios de Videla, el general José Villarreal, que también había formado parte de la 'Revolución Libertadora', se le preguntó por qué tanta locura: secuestro, desaparición, traslado, entierro falso. Y él respondió: ‘Quizás porque era la única persona a la que realmente le tuvimos miedo'".