En este contexto, Pekín abrió el 12 de julio en Burkina Faso su embajada, luego que en mayo ese país rompiera relaciones con Taiwán, al que sólo Swazilandia reconoce diplomáticamente en África. Sin embargo este Estado es uno de los 14 que adoptaron el yuan como moneda oficial para el intercambio comercial, disputando terreno directamente con el dólar y el franco africano.
"Efectivamente, China como gran potencia necesita recursos para mantener su actual ola de crecimiento. Y esos recursos se encuentran, sobre todo, en el continente africano", reafirma Ruiz-Cabrera, doctor en Comunicación en África y analista política experto en esa zona del mundo.
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A simple vista, nada diferencia a China de los intereses que otras potencias han tenido milenariamente en África. Pero sin embargo las hay, y para Ruiz-Cabrera son determinantes.
"Sobre todo en la década del 60 con la política cultural de Mao hubo un envío masivo de profesores, médicos y agentes culturales", destaca el entrevistado, que lo definió como "una relación del tipo cooperación Sur-Sur. Es decir más de igual a igual, y no solo en términos económicos. Y eso todavía perdura".
En cambio, tras el período de independencia africana (1957-1965) las potencias que habían dominado la zona en su época colonial y las que emergieron una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial como Estados Unidos, siempre cultivaron una relación de amos y señores sobre esas tierras.
"En la década del 60 y hasta la actualidad, en cada golpe de Estado hemos tenido a las grandes metrópolis Inglaterra, Francia o EEUU intentando maniobrar de alguna forma para poner presidentes que fueran al juego de sus políticas".
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En este contexto, la alternativa china se presenta mucho más seductora que la occidental ya que "hasta hace algunos años África solo podia hacer negocios con Europa y ahora tiene una opción".
Desde el triunfo de Emmanuel Macron en mayo de 2017 en Francia, la otrora potencia colonial retomó el interés por el continente, siendo el destino más visitado por el mandatario galo, al tiempo que Estados Unidos también empezó a mandar señales.
Para el experto, "Macron y Trump se mueven porque saben que China con este otro tipo de diplomacia se ha movido muy silenciosamente… pero el silencio se acaba y basta observar que China ya es el principal socio económico del continente".