Sputnik asistió a la presentación que tuvo lugar en el marco de la apertura de una fábrica de paracaídas en la región de Vladímir. La ceremonia de inauguración incluyó, entre otras cosas, un espectáculo aéreo protagonizado por los paracaidistas.
Paracaídas del guerrero
El nuevo sistema de paracaídas para el traje de combate Rátnik —'guerrero', en ruso— fue bautizado D-14 y está destinado al uso por las Fuerzas Aerotransportadas. La superficie mínima de su cúpula es de 87 m2, lo que reduce la visibilidad del soldado durante el desembarco aumentando su seguridad.
El diseño del paracaídas permite ajustar la velocidad de descenso vertical con más precisión, mientras el perfil más plano del paracaídas hace más efectivo el control sobre la velocidad horizontal.
Los paracaídas de este tipo serán producidos en serie, explicó el director general de Rostec, Serguéi Chémezov.
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El prototipo del D-14 ya ha pasado por la fase de pruebas preliminares: su entrega al Ministerio de Defensa ruso está prevista para finales de 2019, apuntó el directivo.
El asalto relámpago
El consorcio Rostec, asimismo, presentó el sistema de desembarco aéreo Shturm —'asalto'— que permite a los soldados desembarcar de una aeronave que vuela a una altura muy baja.
El nuevo paracaídas destaca por la ausencia de mochila, es decir, la parte principal del sistema está en la aeronave y esta se queda dentro cuando un soldado salta de ella, explicó el vicediseñador general del Instituto de Diseño de Paracaídas, Nikolái Lopiriov.
Además, es posible el uso del sistema en diferentes condiciones climáticas y geográficas, apuntó el ingeniero.
La única limitación supone que el paracaídas Shturm se puede usar solo en aparatos aéreos específicos, agregó.