El 25 de julio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, acordaron reducir los aranceles industriales y aumentar las exportaciones estadounidenses de gas natural licuado (GNL) y soja a Europa.
"El acuerdo Trump-Juncker incrementa la probabilidad de una nueva ronda de aranceles", señaló la institución en un informe analítico.
Los autores del documento sostienen que beneficia más a Estados Unidos la cooperación con China que con la UE.
Más temprano, el ministro chino de Exteriores, Wan Yi, instó a Washington a un diálogo basado en la equidad y el respecto mutuo.
Los analistas del banco comparan las guerras comerciales con los teatros de operaciones bélicas.
"Para Estados Unidos tiene sentido pactar una tregua en el flanco occidental para concentrar sus fuerzas en el flanco oriental", escriben los expertos, agregando que aún es prematuro hablar de un tratado de paz en toda regla.
Paralelamente, Washington está definiendo una lista de bienes chinos por 200.000 millones de dólares que se gravarán con el 10%.
El presidente Trump amenazó este mes con imponer aranceles a la totalidad de las importaciones procedentes de China que ascienden a 500.000 millones de dólares.