Pero hay un detalle para nada menor: solo los varones pueden aspirar a participar, pues ya no existe más una competencia para mujeres. De 1984 a 1989, las mujeres tenían la oportunidad de disputar el Tour de Francia femenino, una instancia que luego cambió de nombre. Con distintas denominaciones, se llevó a cabo en una escala menor a la competencia oficial hasta 2009, cuando fue suprimido finalmente.
En 2015, un grupo de tres ciclistas mujeres 'amateurs' salieron a bordo de sus birrodados para dar la vuelta a Francia y realizar exactamente el trayecto del Tour oficial. La diferencia es que recorren cada etapa un día antes del pelotón oficial. Al año siguiente, fueron siete, y en 2017, el contingente femenino fue de 11 deportistas.

"Este año ya somos 13. La idea surge porque desde finales de los años 80 el Tour de Francia femenino ya no existe. Lo que queremos mostrar es que una mujer es capaz de hacerlo, por lo que pedimos a la organización el retorno del Tour de Francia femenino con las mismas condiciones que los hombres", explicó a Sputnik Anna Barrero, una de las ciclistas.
El proyecto se denomina 'Donnons des elles au vélo' (en español, "Démosle 'ellas' a la bicicleta"). Se trata un juego de palabras en francés: 'elles' —ellas— suena como 'ailes' —alas—. Por eso, se puede entender también como 'Démosle alas a la bicicleta'. La iniciativa, surgida del Club Omismport de Courcouronnes, cuenta con el apoyo de la Federación Francesa de Ciclismo.

"Realizamos exactamente el mismo recorrido, con los mismos kilómetros de los hombres salvo que lo hacemos un día antes. La única diferencia, que no es poca, es que nosotras no tenemos el tráfico cerrado. Cuando hay un stop, cuando hay vehículos o un semáforo en rojo, tenemos que parar. Es uno de los inconvenientes más grandes que tenemos", indicó Barrero.
Las ciclistas se enfrentan, además, a los desafíos físicos que impone el recorrido. El Tour de Francia "es una de las carreras de ciclismo más duras del mundo", recuerda Barrero, particularmente cuando se llega a las etapas de montaña.

Sputnik habló con la ciclista e investigadora universitaria tras la etapa entre Lourdes y Laruns, un trayecto de 200 kilómetros en el medio de los Pirineos, con puntos particularmente desafiantes para cualquier atleta.
"Cuando tienes 200 kilómetros y 5.000 metros de desnivel, eso supone un esfuerzo físico y mental que te lleva al límite en muchos aspectos. A la vez que es una cosa muy bonita, también es muy dura", explicó.

Y si bien el Tour de Francia oficial congrega a miles de personas que aguardan el paso de las estrellas del ciclismo por sus ciudades y pueblos, estas valientes mujeres también han tenido una acogida excelente por donde han pasado hasta el momento. En ciertas etapas, las personas esperaron por horas el paso de estas heroínas.
Pero más allá de la reivindicación de un Tour de Francia para mujeres, el reclamo se centra en la "igualdad" de género en todos los aspectos de la sociedad. Se trata de un grano de arena más para llegar a ese objetivo.

"Es verdad que cada día estamos un poco mejor, pero todavía hay mucho trabajo para hacer y alcanzar esa igualdad. Creo que es una cosa básica que hace falta que haya", dijo Barrero.
El 28 de julio, un día antes del cierre del Tour oficial, las 13 chicas recorrerán la céntrica avenida de los Campos Elíseos de París, donde tradicionalmente se cierra la carrera. La última etapa, de 116,5 kilómetros, va de la localidad de Houilles, hasta la meta en las inmediaciones del Arco de Triunfo. Siempre con la igualdad como norte en la brújula.

"Eso y la gente que nos apoya es lo que nos da la fuerza para subir todas las montañas que haga falta", concluyó Barrero.
















