La causa de tal deformación es que el óvulo de su madre no se dividió por completo en dos durante el embarazo, explica Daily Mail.
Los médicos locales tuvieron que admitir que no pueden operarlo dado que la intervención quirúrgica podría matarle.
"Solo queremos que esté bien, pero los médicos no saben qué hacer", asegura Ernilasari, la madre de Gilang, que por razones fisiológicas no puede amamantar a su hijo.
Además de tener un gemelo adherido, el bebé sufre un trastorno llamado diprosopus: una extraña deformidad por la que los recién nacidos mueren en poco tiempo. En concreto, se trata de una afección —la duplicación craneofacial- que hace que una parte o la totalidad de la cara crezca más de lo normal.