Sputnik conversó con los civiles liberados que llegaron a la provincia de Latakia para el examen médico y la restauración de los documentos.
Uno de ellos, un joven llamado Mohamad, vivió varios años en Eshtabraq bajo el dominio de los extremistas. Según él, las prisiones del grupo terrorista Jabhat Fateh as-Sham (antiguo Frente al Nusra) son las más terribles, y los radicales oriundos de Turkmenistán y Uzbekistán, así como los uigures de China estaban entre "los más crueles de todos".
Los civiles liberados afirmaron a Sputnik que los avances del Ejército sirio les enfadaron mucho a los terroristas, provocando fuertes palizas de los cautivos. En particular, los éxitos en Deraa, en el sur de Siria, resultaron muy frustrantes para ellos.
Aseguran esperar la liberación completa de la provincia de Idlib de los terroristas para poder volver a su casa.
La zona de distensión en la provincia de Idlib está formalmente controlada por Turquía, según los acuerdos trilaterales ruso-turco-iraníes pactados durante el proceso de Astaná.
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No obstante, a lo largo del conflicto sirio, Idlib se convirtió en el foco de atracción de los extremistas de todo el país ya que este es el destino más 'demandado' de los radicales que optan por negociar con el Ejército sirio su evacuación a cambio de cesar las hostilidades y deponer las armas pesadas.