El primer incidente se produjo la noche del 21 de julio, cuando "la defensa antiaérea de la base Hmeymim detectó a una distancia imprudente un blanco aéreo de tamaño pequeño (un dron) de procedencia desconocida que se acercaba a la instalación militar rusa" y que fue destruido por los sistemas antiaéreos.
La fuente añadió que en ambos casos no hubo que lamentar daños materiales o heridos y que la base rusa funciona con normalidad.
No se trata del primer incidente de este tipo en los últimos meses.
Así, un dron lanzado por los rebeldes sirios en dirección de la base militar rusa fue derribado la noche del viernes.
Otro grupo de vehículos aéreos no tripulados fue abatido en las inmediaciones del aeródromo de Hmeymim a finales de junio.
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También el 21 de mayo pasado la defensa aérea de la base abatió un dron no identificado.
Un mes antes, dos drones de los rebeldes sirios fueron destruidos a unos 10 kilómetros de la base rusa.