Ha sido el senador por el estado de Carolina del Sur, Lindsey Graham, el último en manifestar su rechazo. Y lo ha hecho argumentando que, si se llega a ese extremo, se sentará un precedente para futuras reuniones.
"[Si lo permitimos] habrá sido la última vez que un líder extranjero se reúne con el presidente de Estados Unidos en privado (…) No me puedo ni imaginar cómo afectaría eso a los futuros presidentes cuando tengan que hablar con los líderes de los demás países", ha explicado a Político.
"Absolutely not," Lindsey Graham said when asked if he'd support having Marina Gross, the American translator in Trump's meeting with Putin, testify before Congress.
— POLITICO (@politico) July 19, 2018
He said that precedent could prevent foreign leaders from wanting to meet with future U.S. presidents privately pic.twitter.com/DqQD7I6HM5
Bob Corker, senador del estado de Tennessee y jefe del Comité de Relaciones Exteriores, se mostró también en la línea de Graham. "Llamar a la intérprete ante el Congreso y exigirle sus anotaciones sería un mal precedente".
"Creo que, si vamos a empezar a recurrir a las notas de los intérpretes, lo que vamos a conseguir es que se siente un precedente nada conveniente a menos que se haya cometido algún crimen grave", dijo Corker.
Sin embargo, la misma mayoría sí se mostró de parte de los demócratas cuando estos denunciaron la propuesta de Putin de —en el marco de un acuerdo de cooperación entre servicios secretos rusos y estadounidenses de 1991— solicitar la entrega a Rusia de los 12 agentes de los servicios de seguridad rusos detenidos en territorio estadounidense para ser interrogados allí. El acuerdo contempla que los funcionarios estadounidenses estén presentes en esos interrogatorios.
Esto te puede interesar: Trump niega que Estados Unidos sea un "blanco para Rusia"
"Estados Unidos debe negarse a poner a disposición del Gobierno de Rusia o de Vladímir Putin a cualquier diplomático, exdiplomático, funcionario público, agentes del orden o miembros de las Fuerzas Armadas de EEUU para que sean interrogados", dice la propuesta demócrata aprobada por el Senado.