Según el acuerdo, los combatientes que se acogieron al proceso de reconciliación se quedarán en la zona.
Los militares retomarán el control de toda la gobernación de Quneitra.
Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto armado en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas como ISIS (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambos proscritos en Rusia y otros países.
Las hostilidades han dejado hasta la fecha unos 400.000 muertos, según estimaciones de la ONU.