La condena máxima que puede recibir una persona acusada de "conspiración con el objetivo de trabajar como agente de un Gobierno extranjero sin el registro correspondiente" es de cinco años, y otros diez años más Bútina podría permanecer en prisión por el hecho de haber realizado supuestamente esa labor.
En la práctica estadounidense las condenas por delitos similares suelen sumarse, así que el tribunal podría condenar a la ciudadana rusa a pasar en la celda un máximo de 15 años.
La fiscalía estadounidense afirma que la ciudadana rusa María Bútina, detenida en EEUU y acusada de actuar como agente extranjero, contactó con los representantes de la inteligencia rusa, según se desprende de los materiales de un memorándum presentado al tribunal de distrito federal de Washington.
La fiscalía del Distrito estadounidense de Columbia presentó ante el tribunal del distrito un memorándum donde pidió mantener a la ciudadana rusa María Bútina en prisión preventiva por riesgo de fuga.
"Existe un gran riesgo de que María Bútina escape teniendo en consideración la naturaleza de las acusaciones presentadas, sus anteriores intentos de engaño, la posible conspiración, las pruebas evidentes de su culpa, los amplios vínculos en el extranjero de Bútina y la falta de lazos importantes con EEUU", dice el documento.
Más: EEUU acusa a una ciudadana rusa de conspiración para actuar como agente
El texto agrega que "igual que cualquier otro país soberano, la Federación de Rusia tiene el derecho a retirar o extraer a sus ciudadanos de otros Estados, y de acuerdo con las leyes internacionales y las restricciones en los acuerdos internacionales, los servicios del orden no podrán detener a Bútina si quiere entrar en la embajada rusa".
"En términos simples, ni el tribunal, ni los servicios del orden podrán detenerla ni tendrán recursos para impedir que Bútina intente refugiarse en instalaciones diplomáticas si toma esta decisión", señala el documento.
La nota apunta que "los días antes del arresto el FBI [Buró Federal de Investigaciones] detectó que Bútina realizó acciones que apuntaban a los planes de salir de Washington, y posiblemente de EEUU".
La ciudadana rusa avisó al propietario del apartamento donde vivía que no iba a prolongar el contrato de alquiler, que vence el 31 de julio.
El texto señala que la acusada transfirió 3.500 dólares a una cuenta en Rusia, aunque se desconoce por qué.
Además, indica, mantuvo contactos con agentes del Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, lo que comprueba la lista de contactos de Bútina que contiene correos electrónicos supuestamente ligados al FSB.
"Asimismo existen pruebas de que Bútina tiene buenas relaciones con empresarios ricos que pertenecen al círculo de los oligarcas rusos: en sus mensajes en Twitter y chats, así como en la correspondencia electrónica se menciona un famoso empresario ruso con estrechos vínculos con la administración del presidente ruso", dice el texto.
El documento agrega que este empresario, cuyo nombre no se precisa, figura en la correspondencia de Bútina como su patrocinador.
Para Bútina está relación no fue nada más que "un aspecto necesario de su actividad".
El documento señala que "se considera que Bútina de 29 años y un ciudadano estadounidense, de 56 años, convivían y tenían relaciones personales".
Sin embargo, indica, "por lo menos en una ocasión Bútina ofreció sexo a cambio de un puesto en una organización de presión", apunta el documento.
El texto agrega que en los documentos confiscados a Bútina, la joven "se quejaba de la necesidad de vivir con el ciudadano de EEUU".
María Bútina, de 29 años, fue detenida el 15 de julio.
Según el Departamento de Justicia de EEUU, Bútina trabajó desde 2015 "en una directiva de un funcionario de alto nivel del Gobierno ruso, quien antes era miembro del poder legislativo de Rusia y luego se convirtió en un alto cargo en el Banco Central de Rusia", quien fue sancionado por Estados Unidos en abril pasado.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, declaró este 18 de julio que la detención de Bútina, quien llevó años estudiando en la Universidad Americana (Washington), fue un "encargo político de las fuerzas que siguen promoviendo la histeria rusófoba".
La diplomática rusa expresó la certeza de que la ciudadana rusa fue detenida para "minimizar el efecto positivo" de la cumbre de los presidentes de EEUU y Rusia, Donald Trump y Vladímir Putin, celebrada en Helsinki el lunes pasado, cuando se informó de la detención de Bútina.