Además de los sondeos de opinión, vale notar que candidatos socialistas van ganando las primarias del Partido Demócrata, como Alexandria Ocasio-Cortez y, en dos años, los políticos con posturas socialistas no descartan participar en las presidenciales estadounidenses.
Bloomberg sugiere que el 'desvanecimiento' de la memoria de la Guerra Fría —marcada por el fuerte antagonismo entre el sistema capitalista y socialista— es uno de los factores. Además, la inexperiencia de los jóvenes en llevar negocios puede influir en sus opiniones.
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Pero también hay factores objetivos que argumentan en contra del sistema del libre mercado, admite el medio. Entre ellos, la creciente desigualdad, pero también el declive de los pequeños negocios, absolutamente indefensos ante las grandes corporaciones.
El mundo corporativo
"Las industrias en EEUU se hacen más y más concentradas, con pocos jugadores grandes dominando los mercados. Y cuanto más poderosas se hacen las grandes empresas, menos compañías nuevas van creándose", sentencia el artículo.
Sobre todo en la venta al por menor, donde las empresas familiares no tienen ninguna oportunidad contra las grandes y tecnológicamente avanzadas cadenas de hipermercados.
Según Bloomberg, es una tendencia común en muchos países ricos. Los economistas citados por el medio creen que la supremacía de las grandes corporaciones se debe a sus ventajas económicas y a una mayor eficacia, lo que es prueba de que el libre mercado sí funciona.
Pero de todos modos, este cambio implica consecuencias importantes para la estructura de la sociedad:
"Durante siglos, llevar un pequeño negocio fue un camino hacia la clase media o clase media alta. Los negociantes y artesanos formaban la clase media en Gran Bretaña y Francia, la que Karl Marx calificó como 'burguesía'. Esa gente se benefició mucho del capitalismo y sufrió mucho en las sociedades socialistas", recuerda el artículo.
Pues la gente emprendedora y talentosa ya no va a soñar con un negocio propio, sino que va a buscar un buen empleo en una corporación a su gusto, teoriza Bloomberg.
En algún momento, la búsqueda de una empresa grande y estable la llevará a contemplar el trabajo en el Estado, "el patrón más potente que existe".
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Si bien el ejemplo de los Estados socialdemocráticos de Europa Occidental no es para nada malo, "cada uno que quiera que el capitalismo sobreviva, debería pensar en cómo contrarrestar el dominio de los grandes negocios" y en legislación 'antitrust' de apoyo directo a las pequeñas empresas, concluye el medio.
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