Hasta la fecha, ambos líderes mantuvieron solo dos encuentros cara a cara: en julio de 2017, durante a la cumbre del G20 en Hamburgo (Alemania), y el segundo, al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico en Da Nang (Vietnam) en noviembre del mismo año.
El politólogo Andréi Súzdaltsev, de la Escuela Superior de Economía de Rusia, contó a Sputnik que ambos presidentes "comentarán numerosos asuntos, pero adoptarán pocas decisiones". Es decir, la cumbre servirá para "debatir los problemas y no para tomar decisiones".
Pese a ello, el politólogo reconoció la importancia del histórico encuentro.
"El mayor éxito será establecer un diálogo. Una vez acabada la cumbre, Moscú y Washington empezarán una comunicación que no lograron crear durante los encuentros anteriores. Esto es lo que querríamos alcanzar, y es una expectativa realista", dijo.
El experto no es el único que presenta pronósticos parecidos. El analista Anatoli Karlin opina que todavía no cabe esperar que la reunión tenga resultados críticos. El experto calificó de muy poco probables las opciones de que Trump, por ejemplo, llegue a reducir las sanciones antirrusas o de que Putin renuncie al proyecto de Nord Stream 2.
Además: Llaman a Putin y Trump a dar pasos para reducir los riesgos de una guerra nuclear
Al explicar la escasa probabilidad de escenarios semejantes, el analista concluye que hay dos factores que impedirán que las negociaciones avancen: "lo que va a ofrecer Rusia será en extremo inasequible", mientras que "lo que EEUU podrá otorgarle a cambio será extraordinariamente barato".
A este respecto, Anatoli Karlin supuso que la cumbre no resultaría ser muy fructífera desde el punto de vista de las decisiones tomadas.
En este contexto, el politólogo ruso Fiódor Lukiánov también observó que las esperanzas acerca de la cumbre son obviamente demasiado altas.
"Una situación en la que dos líderes de superpotencias nucleares no tienen un programa común no es normal, y Putin lo comentó en varias ocasiones. Por lo tanto, si los líderes llegan a establecer un contacto regular, esto ya sería un buen resultado", explicó en una entrevista para Sputnik.
A modo de conclusión cabe subrayar que el próximo encuentro llegará a ser la primera cumbre oficial, y por lo tanto podría ser un paso importante que abrirá camino a fructíferas negociaciones ulteriores, según advierten los expertos.
Tanto Moscú como Washington ya se han mostrado interesados en la colaboración. Así, el mandatario estadounidense afirmó que "es mejor llevarse bien con Rusia".
"Creo que es posible que nos llevemos muy bien [con el presidente ruso, Vladímir Putin], me preguntaron si somos amigos o rivales, dije que es prematuro hablar [de este tema], pero ahora digo que somos rivales aunque tanto para EEUU como para el Reino Unido y otros países es mejor llevarse bien con Rusia, China y otros países de ese tipo", dijo Trump a Daily Mail.
El líder estadounidense también señalo que hasta el momento "no conoce a Putin".
Además: ¿Amigo o enemigo? Trump se sincera sobre Putin
A su vez, el asesor de la Presidencia rusa, Yuri Ushakov, destacó que el objetivo principal de la cumbre de Helsinki será mejorar las relaciones bilaterales y recuperar la confianza entre los dos países.
Además, indicó, el encuentro servirá para construir "una química de relaciones" entre los líderes.
"Por eso, tanto los estadounidenses, como nosotros prestamos una gran atención a los contactos bilaterales, durante los cuales los presidentes podrán abordar libremente cualquier tema que quieran debatir", enfatizó.
Qué espera Moscú de la próxima cumbre
A pesar de su valor mayoritariamente simbólico, Moscú espera que durante la cumbre los mandatarios puedan alcanzar ciertos avances en la resolución de algunos problemas. El medio estadounidense The National Interest otorga una reseña de expectativas que compartieron varios expertos rusos.
En lo tocante al asunto ucraniano, los analistas coinciden en que las autoridades rusas no están dispuestas a ceder y menos, a comentar la posibilidad de que Crimea vuelva a Ucrania.
Sin embargo, no hay ninguna expectativa de que Estados Unidos cambie su posición sobre Crimea a corto plazo. Súslov descartó los recientes comentarios de Trump sobre el posible reconocimiento de Crimea como parte de Rusia al calificarlos como "trolling" destinado a presionar a los europeos para que aumenten sus gastos militares antes de la cumbre de la OTAN.
En 2014 y tras un referéndum de autodeterminación en Crimea, la península pasaba a formar parte de la Federación de Rusia y se convertía en república. El acontecimiento marcó un antes y un después en las relaciones entre Rusia y Occidente que desencadenó toda una serie de sanciones que pesan sobre Moscú hasta hoy.
Moscú declaró en repetidas ocasiones que los crimeos votaron democráticamente y en plena conformidad con el derecho internacional y la Carta de la ONU, por la reunificación con Rusia, que respeta y acepta esta decisión.
En septiembre de 2016, Putin dio por zanjado el tema de la pertenencia territorial de Crimea.
Sobre el tema: El Kremlin ve posible dialogar con Trump sobre varios temas salvo el de Crimea
Los analistas toman en consideración la creciente tensión entre Washington y sus aliados europeos. Súslov apunta que esta también es una oportunidad apta para que Rusia se aproxime a Europa, aunque no será posible ponerlos completamente de su lado, según observa.
Al concluir, el columnista de The National Interest, Dimitri Alexander Simes, indica que la próxima cumbre deja esperar que las relaciones entre Rusia y EEUU avancen en general, pero su éxito estará definido también por la "imprevisibilidad fundamental" de Trump.
¿Cómo sería el 'resultado ideal' del encuentro, según el canciller ruso?
En una entrevista con el destacado periodista Larry King, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, compartió su visión acerca de los resultados deseados de la cumbre y destacó los principales factores que impiden una colaboración fructífera.
Al igual que varios analistas citados, el alto funcionario reconoció el decepcionante nivel de las relaciones entre Rusia y EEUU, y por lo tanto afirmó que el restablecimiento del diálogo sería un éxito.
"Lo que tenemos ahora son encuentros esporádicos entre diplomáticos, que mayoritariamente abordan el asunto sirio", constató.
Luego explicó que si Trump y Putin lograran "reabrir todos los canales [de diálogo] en ambos temas divisivos… y en los asuntos en los que podemos cooperar de manera útil", él calificaría de "ideal" tal resultado de la reunión.
Acerca del problema sirio y el apoyo a Bashar Asad —al que los países occidentales suelen calificar de 'dictador'— por parte de Rusia, Lavrov resaltó que uno tiene que ser "realista y responsable sobre la seguridad mundial", así como sobre la seguridad de sus propios países, lo que a veces significa cooperar con "aquellos que ayudarían a crear condiciones para hacer que nuestra gente esté más segura".
Entre otros principales problemas que complican el diálogo entre Rusia y el mundo occidental, el ministro destacó el doble rasero y la verdad única que pretende imponer Occidente. A este respecto, recordó el referéndum sobre las Islas Malvinas —como lo percibían los británicos— y el del estatus de Crimea.
También: Lavrov afirma que no está definido el temario de su reunión con Pompeo
Al concluir, Lavrov criticó la intención de la OTAN de reforzar su actitud antirrusa y calificó la propia Alianza de 'atavismo de la Guerra Fría'.
Como será el programa del encuentro
La agencia AFP revela la lista de los nueve asuntos principales que prevén discutir los mandatarios.
Durante toda la presidencia de Donald Trump varios medios occidentales han comentado la presunta 'injerencia rusa' en la campaña electoral de EEUU. Según ellos, hubo cierta colusión entre Rusia y Trump que le permitió ganar las elecciones de 2016.
No obstante, el Comité de Inteligencia de EEUU de la Cámara de Representantes del país no halló evidencias de ello. Todas las acusaciones han sido negadas reiteradamente por el Kremlin y por la Casa Blanca.
Por su parte, Trump no descartó examinar la posible extradición de 12 rusos recientemente acusados por Washington de injerencia en las elecciones y comentar el asunto durante la cumbre.
El Gobierno estadounidense, junto con sus aliados europeos, también acusa a Rusia de prestar apoyo militar a los 'separatistas' en Ucrania del Este, aunque Rusia descarta esta información.
Estados Unidos, a su vez, suministró en marzo sistemas de misiles antitanques a Ucrania.
En cuanto a la reincorporación de Crimea, en varias ocasiones Trump comentó que algún día EEUU podría reconocer el territorio como parte Rusia, por muy controvertido que sea actualmente el tema.
Más: Cómo cambió la postura de Trump sobre Crimea
Entre los temas urgentes sigue encontrándose el asunto sirio. Militares estadounidenses y sus aliados efectuaron ataques de misiles contra Siria en 2017 y 2018 en respuesta a los supuestos ataques químicos por parte del Gobierno del país. Las autoridades rusas se mostraron descontentas al respecto.
Se prevé que los líderes también comentarán propuestas para el desarme. Washington y Moscú ya han presentado acusaciones recíprocas de violación de reglas internacionales.
En marzo Vladímir Putin presentó un nuevo equipo militar y varias armas innovadoras rusas —incluidos misiles hipersónicos y naves submarinas no tripuladas.
Mientras tanto, el Departamento de Defensa de EEUU exhortó a renovar el arsenal nuclear del país. El Kremlin, por su parte, calificó la política nuclear estadounidense de belicosa y antirrusa.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, recordó que Rusia inició el desarrollo de su nuevo armamento en respuesta a la retirada unilateral de Estados Unidos del Tratado de Defensa Antimisiles (Tratado ABM).
Rusia declaró en reiteradas ocasiones que la razón por la que moderniza su armamento es la expansión de la OTAN.
La Alianza Atlántica incrementó desde 2014 su presencia militar en Europa, sobre todo en los países fronterizos con Rusia, alegando la supuesta injerencia de Moscú en el conflicto interno de Ucrania.
Así, Moscú considera la voluntad de la OTAN de reforzar su defensa en las zonas orientales (junto con la creación del escudo antimisiles) como una iniciativa agresiva antirrusa.
Cabe recordar que durante la reciente cumbre de la OTAN Trump exigió que los países miembros contribuyeran más en el presupuesto de la Alianza.
Más información: ¿El dinero lo es todo? Explican por qué la ira de Trump no llevó a la división de la OTAN
La reciente decisión del presidente de EEUU de abandonar el pacto nuclear iraní y volver a aplicar sanciones contra Teherán dejó perplejo tanto a Rusia como a Occidente.
Moscú —que mantiene relaciones con Siria e Irán— declaró que los países europeos deberían "proteger sus intereses legales en el negocio".
Los presidentes también planean estudiar la situación en la península Coreana. El 12 de junio el mandatario estadounidense celebró la reunión con el líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, y Rusia valoró positivamente la iniciativa.
Durante la cumbre, los presidentes firmaron un memorando para reducir la tensión en la península, pero no consiguieron resultados considerables. El ministro de Exteriores de Rusia, Serguél Lavrov, esperó que Trump empezara el proceso de distensión de las relaciones con Pyongyang.
En el marco de la guerra comercial que sacudió el mundo en los últimos meses, Rusia gravó con tarifas arancelarias elevadas alguna mercadería importada de EEUU en respuesta a los aranceles de EEUU al acero y al aluminio.
Además: "Todos van a sufrir": qué secuelas tendría la 'batalla' que EEUU libra contra Rusia
Las negociaciones entre los presidentes se desarrollarán en el Palacio Presidencial de Helsinki. La conversación cara a cara durará alrededor de tres horas, según prevén los organizadores. Ambos líderes también celebrarán reuniones con el mandatario finlandés y participarán en una rueda de prensa conjunta.