En su vis a vis con la cúpula de la Alianza Atlántica, el jefe de Estado norteamericano volvió a echar mano a la calculadora, como buen empresario que es: "EEUU paga demasiado y otros países no pagan lo suficiente", una situación que "sucede desde hace décadas" y resulta "desproporcionada e injusta para los contribuyentes estadounidenses", disparó.
En esa reunión, el presidente de EEUU volvió a enfocar el ataque en Berlín. Primero lanzó un aperitivo suave, al apuntar que aporta "poco más del 1%", al presupuesto de la OTAN, una suma irrisoria e inapropiada a su entender, para luego mezclar cartas de distinta baraja y rematar diciendo que "Alemania es prisionera de Rusia", por su alta dependencia energética del país euroasiático, al que le paga billones y billones de dólares en contratos por gas y petróleo, y en su participación en la construcción del gasoducto Nord Stream 2.
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La respuesta de su auditorio de jerarquía fue asentir en el mejor de los casos, y siempre en silencio, sin replicarle ni una sola palabra.
Tal vez sea porque le tienen miedo, o tal vez teman lo que Trump pueda pactar con Putin en la cumbre que mantendrán ambos líderes el próximo lunes 16 de junio en Helsinki. Una teoría, la segunda, que se ve reflejada y refrendada en un artículo publicado por el diario español El País, y que desde su título, es un canto a los peores temores de Europa en general, y la OTAN en particular: 'Los aliados recelan de que Trump pacte con Putin a sus espaldas'.
En este sentido, Moragón incide en que "la gente lo caricaturiza (a Trump) como un loco, pero para nada es un loco. Desde un principio Trump lo ha tenido muy claro: y es que si quiere enfrentarse a China – y ya lo estamos viendo con la guerra comercial –, no puede enfrentarse al mismo tiempo a Rusia, eso le lleva a la derrota segura".
Casi en el final, el artículo de El País fundamenta su temor, al indicar que Trump "De momento, ya lanzó un guiño al presidente ruso antes de salir de Washington". Eso alude a una conferencia de prensa que brindó Trump en la Casa Blanca en vísperas de su partida, quien tras ser consultado por un periodista de si consideraba a Putin como un amigo o un enemigo, respondió que más bien lo ve como un competidor, para asegurar luego que el encuentro con Putin será la parte más ligera de su gira: "Tengo la OTAN, tengo el Reino Unido, que está un poco alborotado, y tengo a Putin. Sinceramente, [la reunión con] Putin puede ser la más fácil de todas. ¿Quién lo pensaría?", se preguntó Trump.
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"Tiene toda la razón, con Putin va a ser lo más fácil. Esto además revela muy bien la mentalidad de Donald Trump: que es un empresario, no un político. No lo ve (a Putin) como un político, como un enemigo, como un amigo. Lo ve como un competidor, como lo ve un empresario. Como un competidor con el que puede llegar a acuerdos, o no, (con él) que 'estamos en el mismo mercado'. Es otro tipo de mentalidad distinta a la del establishment norteamericano", concluye Fernando Moragón.