"Un año después de que Mosul fuera retomado del EI, miles de personas aún no pueden regresar a sus hogares ya que partes de la ciudad permanecen severamente dañadas y carecen de agua corriente o electricidad", señala la entidad en un comunicado publicado en su página web.
Según el texto, "otros miles no se sienten seguros de regresar, incluidas las familias cuyas casas han sido completamente destruidas en los combates o todavía tienen que ser limpiadas de bombas sin explotar".
Actualmente, sigue siendo una de las últimas áreas de Mosul sin agua corriente, denuncia.
"Es vital que las personas tengan acceso a agua potable, especialmente porque ahora es verano en Irak con temperaturas que ya superan los 45 grados centígrados", destaca el director de Oxfam en Irak, Andrés González, citado en la nota.
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Oxfam "está trabajando en la Ciudad Vieja arreglando las tuberías dañadas, reparando estaciones de bombeo y suministrando tuberías de agua y maquinaria para llevar agua corriente a las 130.000 personas que ya han regresado", señala el texto.
Mosul, ciudad que fuera el principal bastión iraquí de ISIS, estuvo ocupada por los yihadistas desde mediados de 2014.
Las tropas iraquíes, apoyadas por la coalición internacional, lanzaron una operación para recuperar la ciudad en octubre de 2016 en que participaron el Ejército, la policía federal, las fuerzas especiales y de respuesta rápida.
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El primer ministro de Irak, Haider al Abadi, proclamó el 9 de julio de 2017 la derrota total de ISIS en Mosul, tras una ofensiva militar que se prolongó por nueve meses.