El parlamentario calificó de "muy negativa" la actitud de Rusia hacia el entrenamiento.
"No representa ningún peligro para nosotros, lo seguimos todo en tiempo real y vamos a reaccionar de inmediato, si es necesario. Pero no hay duda de que ese simulacro empeora la situación política y militar en la región, empuja a Kiev hacia acciones irreflexivas y le da cierta ilusión de permisividad", dijo Klintsévich.
"No creo que sea un trasfondo positivo para esa cumbre", dijo.
El destructor USS Porter y el buque de comando anfibio USS Mount Whitney entraron en el mar Negro para participar en el ejercicio Sea Breeze 2018 que tendrá lugar del 9 al 21 de julio.
El objetivo del ejercicio, que se celebra anualmente desde 1997, es mejorar la flexibilidad y la interoperabilidad, fortalecer la capacidad de respuesta combinada y demostrar la determinación de las partes para garantizar la estabilidad en la región del mar Negro.
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La edición de este año coincidirá con la primera cumbre oficial de los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump, que se darán citan en Helsinki el 16 julio.
Hasta la fecha, Putin y Trump mantuvieron dos encuentros cara a cara, el primero en julio de 2017, paralelamente a la cumbre del G20 en Hamburgo (Alemania), y el segundo, al margen del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), celebrado en la ciudad vietnamita de Da Nang en noviembre pasado.