Se trata de la central nuclear de la localidad de Bugey, cerca de Lyon. Los aparatos sobrevuelan el área para luego estrellarse a propósito.
La policía francesa logró interceptar uno de los drones. El otro, decorado como si fuese Superman, fue el que se estrelló contra una instalación de almacenamiento de combustible.
Is it a bird? 🐦
— Greenpeace EU (@GreenpeaceEU) July 3, 2018
Is it a plane? ✈️
No… it's a drone dressed up as Superman, exposing how vulnerable French #nuclear power plants are ☢️ pic.twitter.com/5mBWJxNjSa
Tras el episodio, Greenpeace ha asegurado que su objetivo era demostrar que las instalaciones nucleares son vulnerables a ataques externos. La empresa eléctrica estatal francesa, Électricité de France, señala que el ataque no representaba ninguna amenaza para la seguridad de la planta y que pretende denunciar a los ambientalistas.
Las defensas antiaéreas del contingente ruso repelieron los ataques en todos los casos, pero ya el hecho de poder llevar a cabo este tipo de operaciones no tripuladas demuestra que resulta preocupante la vulnerabilidad a la que se exponen aquellas instalaciones que no cuentas con sistemas militares de defensa. Suficiente para que los expertos en seguridad hayan dado la voz de alarma.
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