"Al examinar minuciosamente [los drones] se hizo evidente que en su producción se emplearon piezas originarias de los países occidentales", explicó la fuente del Ejército Árabe Sirio.

Dichos aparatos aéreos eran invisibles para los radares ordinarios porque estaban hechos de madera, plástico y nuevos compuestos, aclaró.
"Pese al uso de estos materiales [los drones] fueron detectados por los militares rusos. Primero, los drones fueron captados por los fotodetectores diseñados por los militares rusos para encontrar aparatos aéreos producidos en Occidente y después la Fuerza de Defensa Nacional —unidades de voluntarios progubernamentales—, que protege el territorio que rodea la base, también jugó su papel en la operación", señaló la misma fuente.
Los efectivos de este cuerpo lograron derribar dos aparatos con fusiles de asalto Kalashnikov cuando se dieron cuenta de que los drones sobrevolaban el área a baja altura, relató la fuente.

El incidente tuvo lugar en la noche del 30 de junio. Los servicios de control del espacio aéreo de la base rusa de Hmeymim detectaron un grupo de objetivos aéreos pequeños de origen desconocido y destruyeron todos los objetivos.
Según el comunicado oficial de la base rusa, el ataque fallido no dejó heridos ni provocó daños materiales.