En los demás casos de deficiencia auditiva, las personas pueden puede manejarse con la lengua convencional de su país o contar con ayuda de audífonos o implantes cocleares.
"La lengua de señas es una lengua natural de las personas sordas profundas, principalmente de quienes son personas sordas congénitas, de quienes llegan al mundo sin poder escuchar y tener noción del sonido, o de quienes adquieren sordera en la etapa pre locutiva, de antes de aprender a hablar", explicó a Sputnik Cándido Bogliacino, director del Centro de Investigación y Desarrollo para la Persona Sorda de Uruguay.
La lengua de señas no es una traducción de un idioma hablado, sino que tiene sus propias reglas, que se comunican a través del canal gesto-viso-espacial. Este sistema no es universal, sino que cada comunidad desarrolla su propio lenguaje.
Durante mucho tiempo a las personas que no podían oír se las denominaba sordomudas. Sin embargo es un concepto erróneo, porque si bien es una lengua que no se habla, sí se comunica con las manos y la expresión corporal.
Esta denominación es muestra de la discriminación que durante años padecieron las personas sordas, a quienes no se les permitía realizar determinadas tareas intelectuales y prácticas. Un ejemplo es la dificultad para acceder a puestos de trabajo o al sistema educativo.
Sin embargo esto ha ido cambiando y distintos países han incorporado la lengua de señas como idioma oficial de la comunidad sorda, avanzando en políticas de accesibilidad.
Incluso hay más personas oyentes interesadas en su aprendizaje. "En la medida que se visualiza más, hay más gente aprendiéndola", señaló Bogliacino.
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