El secretario de Relaciones Exteriores "solicitará la intervención de las Naciones Unidas a fin de evitar la separación de los niños y niñas de sus padres en la frontera, sin importar su condición migratoria", informó la cancillería en un comunicado.
El Gobierno de Enrique Peña Nieto emprendió una campaña internacional sobre la situación de al menos 2.300 niños y niñas que fueron sido separados de sus padres recluidos antes de enfrentar cargos federales, la mayoría centroamericanos.
Antes de su cita con Guterres, el jefe de la diplomacia mexicana se reunió con el secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, a quien anunció que México presentará un proyecto de resolución para "condenar enérgicamente la política del Gobierno de Estados Unidos que resulta en la separación de familias migrantes".
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El texto que recibirá el organismo interamericano para su votación, el viernes 29 de junio, pediría a la administración de Donald Trump que "ponga fin a la separación de familias migrantes y a la privación de la libertad de niñas, niños y adolescentes", como resultado de la política migratoria de "cero tolerancia".
@realDonaldTrump insta a representantes republicanos a aprobar su "severa pero justa" ley migratoria https://t.co/yeaavwGBjA
— Sputnik Mundo (@SputnikMundo) 27 июня 2018 г.
El proyecto de resolución, que será entregado al Consejo Permanente de la OEA, también solicitará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) que "tome las medidas que estime pertinentes" en el marco de su mandato.
Pero la Casa Blanca todavía no determina los procedimientos expeditos para la reunificación familiar.
A pesar de que los menores sean detenidos en compañía de sus padres, y no en albergues con forma de jaulas, estarían sometidos a una "violación a sus derechos fundamentales", indica la consideración jurídica del país latinoamericano.