"Uruguay, fiel a los principios que orientan su política exterior, alienta a todas las partes y en especial al Gobierno de Nicaragua a buscar soluciones negociadas que conduzcan al cese inmediato de la violencia, a través del proceso de Diálogo Nacional", afirmó el ministerio de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Además, la cancillería uruguaya instó a las autoridades a acelerar los procesos para esclarecer los hechos de violencia y crímenes cometidos desde el 18 de abril y a castigar a los responsables.
"El Gobierno del Uruguay reitera su grave preocupación frente a la ola de violencia creciente en la República de Nicaragua y expresa su consternación por los más de 250 fallecidos, víctimas de la violencia, a la vez que hace llegar sus sinceras condolencias y solidaridad a sus familiares y a todo el pueblo nicaragüense", añade el comunicado.
El reporte de la ANPDH indica también que más de 1.500 personas resultaron heridas, 46 de ellas con lesiones graves y daños permanentes, 156 personas están desaparecidas y 72 detenidos en proceso de monitoreo e investigación.
La cancillería expresó su solidaridad poniéndose a disposición de cooperar tanto con los esfuerzos nacionales como internacionales "que se realizan en pos de la paz y la concordia entre los nicaragüenses" y apoyó el trabajo de la CIDH relacionado a esta situación.
"Uruguay confía en que las partes alcancen, a través del diálogo, acuerdos aceptables para todas ellas, que garanticen el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades individuales y permitan construir la convivencia democrática y en paz", concluye el ministerio.
Las autoridades nicaragüenses, por su parte, aseguran que la violencia es promovida por sectores opositores, y denuncian la práctica de los tranques (bloqueos de vías y carreteras), que atentan contra la economía, el abastecimiento de bienes esenciales y el derecho al trabajo.
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