"Hubo una riña, y un adolescente, que ya está convicto y confeso, el mismo lo declaró manipuló el artificio lacrimógeno, la bomba lacrimógena no causó el fallecimiento de esas 18 personas, fue la estampida de las 500 personas que se encontraban en un lugar y que no tenían suficientes rutas de evacuación", dijo Reverol en rueda de prensa.
El Ministerio Público se encuentra analizando las evidencias junto al Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, añadió.
"El Gobierno deplora ese lamentable hecho ocurrido en ese club, ese club fue clausurado, de acuerdo a lo que establece la ley para el desarme", añadió.
En Venezuela está prohibido que jóvenes menores de 18 años participen en fiestas nocturnas de este tipo sin su representante legal.
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No obstante, las invitaciones destacaban que los menores de edad podrían acceder pagando una penalidad.
Cuando se detonó un primer artefacto lacrimógeno, los jóvenes intentaron escapar del recinto, pero la puerta estaba cerrada, lo que provocó desesperación entre los asistentes y un grupo quedó atrapado en las escaleras que conducían hacía la única puerta de salida.
Hasta el momento, hay ocho detenidos, mientras las autoridades buscan a otro joven implicado, según Reverol.
Se desconoce cómo los jóvenes adquirieron el artefacto lacrimógeno, cuyo uso está permitido solo para las fuerzas de seguridad.
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El ministro negó que el explosivo fuera accionado por un funcionario de la Guardia Nacional, pues los agentes llegaron al club luego de recibir la denuncia realizada al número de emergencia 911.