El monóxido de carbono (CO) es un gas inodoro, incoloro e insípido, pero muy tóxico.La sustancia se produce cuando un combustible como el carbón, la leña, el gas o la gasolina se queman de manera inadecuada. También sucede cuando los artefactos no están bien calibrados o cuentan con una mala ventilación.
"Nosotros tenemos en nuestro hospital una casuística de entre 90 y 100 casos anuales de personas que consultan por esta problemática. Además tenemos un dato estadístico de alrededor de 200 muertes por año en el país, aunque estoy convencido que hay un subdiagnóstico, porque hay muchos pacientes que fallecen, pero que no se le atribuye al monóxido de carbono", contó a Sputnik Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández de Buenos Aires.
En Argentina existe muy poco consumo eléctrico en hogares. El sistema de calefacción y calentamiento de agua es mayoritariamente a través del gas, lo que genera que se utilicen en gran proporción artefactos con llama. Una realidad que se vuelve más extrema en población con menos recursos.
"El principal enemigo que tenemos es que no se piensa en el monóxido de carbono como causa. Si la gente lo pensara, antes de pensar en otras, evitaríamos muchas muertes", indicó el toxicólogo argentino.