"La cuestión migratoria es responsabilidad de la Unión Europea. Europa tiene que hacer una revisión de su política respecto a los migrantes", afirma el Gobierno español en un comunicado.
Esa revisión, subraya el comunicado, debe ser abordada "conforme al cumplimiento estricto de nuestras obligaciones en materia de derechos humanos".
En ese sentido, destacó que el convoy encabezado por el Aquarius fue recibido por las autoridades españolas con un dispositivo de 2.300 trabajadores y voluntarios que hicieron posible la prestación de asistencia sanitaria y social a los migrantes tras una travesía de más de una semana por aguas del Mediterráneo.
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Entre las 630 personas que llegaron este fin de semana al puerto de Valencia a bordo del Aquarius y de las dos naves italianas que desde el martes 12 acompañaron a la nave principal se encuentran 140 menores, de los que 123 no están acompañados.
Según comunicó el Gobierno español, casi la mitad de los migrantes manifestó su deseo de solicitar asilo en Francia, país que se ha ofrecido a acoger a parte de las personas que viajaban en la embarcación.
Los pasajeros de la flotilla del Aquarius tendrán autorizada una entrada extraordinaria a España por motivos humanitarios de 45 días.
Pasado ese plazo, cada migrante contará en el estatuto jurídico que le corresponda.
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Mientras se resuelve su situación, los migrantes permanecerán en distintos albergues y centros de acogida.