En el estudio, publicado por el portal EurekAlert, participaron 206 adultos a los que les enseñaban fotos de los refrigerios familiares al tiempo que le realizaban una resonancia del cerebro. Así los investigadores se percataron de que los circuitos neuronales en el sistema de recompensa del cerebro se activaban más cuando los participantes veían imágenes con comidas con alto contenido de grasa, azúcar y carbohidratos, que cuando ellos contemplaban fotos con otros tipos de comida.
"Nuestros participantes fueron muy precisos a la hora de estimar las calorías. Nuestro estudio revela que cuando la comida rica en grasas y carbohidratos se combina, el cerebro suele sobreestimar su valor energético", explicó Dana Small, la autora principal del estudio.
Además, los participantes respondieron que pagarían más dinero por la comida que mezclaba grasa y carbohidratos.
El sistema de recompensa del cerebro es un conjunto de estructuras que, mediante estímulos, nos hace sentir bien después de realizar cierta actividad. Su objetivo es hacer que queramos repetir uno o más comportamientos o sensaciones placenteras que nos gustaron en el pasado.
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