Permitir que otro país revise la contabilidad y las políticas en torno a subsidios a las energías sucias provenientes de fuentes fósiles ha sido uno de los desafíos acordados por la troika del G20 desde hace largo tiempo. En ese sentido este 14 de junio el ministro argentino de Energía y Minería, Juan José Aranguren, y su par canadiense James Gordon Carr, ministro de Recursos Naturales, firmaron un acuerdo para ser socios en esta tarea.
El compromiso incluye el intercambio de información en torno a actividades mineras, energía nuclear y políticas de eficiencia energética. Los términos de referencia para el análisis de estos datos se elaborará conjuntamente entre junio de este año y junio de 2019.
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"El principio de estas revisiones es ser transparentes con nosotros mismos. En este caso particular, en el que estamos subsidiando energías fósiles sin ningún tipo de restricción, la idea es abrir nuestros libros para saber su verdadero impacto para contribuir a un mejor futuro. Es por eso que apreciamos la decisión de Canadá de aceptar la propuesta de convertirnos en socios en esta materia", planteó Aranguren.
De acuerdo al ministro argentino, el acuerdo acerca al país a la meta establecida por el Gobierno de reducir en 10% el consumo de energía hacia 2030 y acompaña el compromiso establecido en la Cumbre de Medio Ambiente de París, de trabajar hacia disminución del uso de energías sucias.
"Al igual que Argentina, Canadá sabe que los combustibles fósiles van a permanecer (en uso), pero tienen que volverse más limpios y más competitivos", opinó Carr. Consultado por Sputnik, el secretario de estado contó que el 80% de la energía eléctrica del país está basada en recursos renovables.
"Estamos invirtiendo en energías renovables con el sector privado. Por ejemplo estamos estableciendo una red de carga de vehículos eléctricos en Canadá y trabajamos con el sector privado para lograr inversiones en innovación y nuevas tecnologías", agregó.