"Hoy el desarrollo económico y el consumo de energía no están corriendo en forma paralela, se está produciendo una disminución de la intensidad energética que es la cantidad de energía por unidad de desarrollo que estamos consumiendo, como consecuencia de equipos y electrodomésticos más eficientes, pautas y conductas más eficientes", agregó.
"Vamos a ir avanzando a medida que vayamos reconociendo el real costo de la energía. Sí es un despilfarro que contamina el ambiente el uso de los combustibles líquidos para producir energía eléctrica. Esto es lo que que tenemos que disminuir lo más rápido posible", destacó Aranguren.
Sobre el peso de esta ineficiencia en las cuentas públicas, Aranguren explicó que cuando Mauricio Macri llegó al Gobierno en diciembre de 2015, se invertía 3.3 puntos del PBI en subsidios energéticos, lo cual, en valores de hoy, serían unos 15.000 o 16.000 millones de dólares.
"Hay que tratar de ver si se puede resolver de otra manera, primero generando pautas de consumo que tengan en cuenta el valor real del producto que se está consumiendo", agregó.
En la actualidad, esos 3.3 puntos del PBI se han reducido a la mitad. "Ese es un camino que hemos emprendido los argentinos, tratando de afectar lo menos posible a los que están en situación más vulnerable. Por eso, junto con la reducción de los subsidios, hemos instaurado el instituto de la tarifa social para que aquellos que no están en condiciones de hacer frente a un valor cada vez más cercano al real de la energía puedan tener una protección".
Sobre el uso de medidores inteligentes, Aranguren recordó la situación que encontró en 2015, cuando el Gobierno nacional, que es responsable del control de dos grandes distribuidoras de electricidad, tuvo que aportar el dinero para pagar sueldos y jornales y la tarifa no reflejaba el real costo de la energía, por lo cual era imposible invertir en medidores inteligentes.
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"Ahora hemos recuperado los entes reguladores (…) y con esta recuperación de la institucionalidad y la posibilidad de tener en cinco años un plan de inversión definido para cada una de las distribuidoras (…), se empieza un proceso de tener medidores inteligentes y de aplicar tarifas horarias" para, a partir de tarifas más bajas en los periodos de menor consumo y más altas en el periodo de mayor consumo, "generar condiciones para lograr la eficiencia energética".
El Foro Latinoamericano de Energía se reunió en Bariloche como una actividad previa a la cumbre de ministros de Energía del G-20, que se llevará a cabo este 14 y 15 de junio. Una de las preocupaciones centrales son las transiciones energéticas, es decir, la sustitución de las energías sucias, que envían muchas emisiones contaminantes a la atmósfera, por otras que no contaminan tanto, las llamadas energías limpias.