"Roscosmos y la Administración Espacial Nacional China (CNSA) concordaron ampliar la cooperación en los proyectos de exploración de la Luna", escribió Rogozin en la red social Twitter.
Rusia y China buscan que sus sistemas de posicionamiento global Glonass y BeiDou se complementen mutuamente.
El 8 de junio el gigante asiático selló un contrato con Rusia para la compra de un nuevo lote de unidades de calor para sus generadores termoeléctricos de radioisótopos (RTG), una especie de batería que usan los satélites.
El programa lunar de la CNSA prevé el aterrizaje suave de la sonda Chang'e-4 a finales de 2018.
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Roscosmos, por su parte, proyecta el alunizaje suave de su sonda Luna-25 en 2019, aunque recientemente trascendió que la misión podría ser aplazada hasta 2021.
Además, Rusia y los otros países que participan en la Estación Espacial Internacional estudian la posibilidad de construir una plataforma orbital alrededor de la Luna.
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