Acron "acordó con YPFB prestar la ayuda necesaria a través de especialistas técnicos de reparación y mantenimiento", tomando en cuenta la vasta experiencia de la empresa rusa en plantas fertilizantes, indicó Kunitsky.
Entre estas actividades estuvo la visita de los especialistas de Acron a la planta de Amoniaco — Urea en Cochabamba (centro), con una capacidad nominal de producción de 750.000 toneladas/año.
"Los especialistas de la empresa salieron de la visita con muy buena impresión por la calidad de la obra, de los equipos y del diseño de la planta de Bulo Bulo (centro)", afirmó Kunitsky.
El ejecutivo añadió que "la tarea de producir la urea es muy difícil (…) Nosotros empezamos la producción hace 40 años y hemos enfrentado las mismas dificultades por las que atraviesa YPFB".
Desde su puesta en funcionamiento en septiembre del 2017, la primera fábrica de urea de Bolivia, montada por la firma surcoreana Samsung, ha parado varias veces sus operaciones, en algunos casos por fallas de equipos de alta tecnología y en otros por incidentes menores.
El ejecutivo calificó como "algo normal" los paros técnicos de la planta, advirtiendo que es probable que se repitan por dos o tres años más hasta que se normalice plenamente su funcionamiento.
Acron, según una declaración previa del ministro de Hidrocarburos, Luis Sánchez, ha manifestado interés en asociarse con YPFB para producir y comercializar urea y otros fertilizantes en el mercado sudamericano.
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La fábrica de urea y dos plantas "separadoras" que extraen líquidos del fluido de gas natural son los pilares de la petroquímica en Bolivia, país que exporta principalmente materias primas y otros productos con bajo valor agregado.