Manuela se ganó un lugar en el corazón de todos los uruguayos y del mundo, ya que la imagen de la simpática perrita correteando alrededor de José Mujica y su esposa, la exsenadora y actual vicepresidenta Lucía Topolansky, se volvió famosa cuando televisiones de todo el mundo llegaron a la granja de ambos en el Rincón del Cerro, una localidad del Montevideo rural.
Naturalmente, Manuela nació con cuatro patas. Pero en un accidente, Mujica —quien se dedicaba a la floricultura a la par de sus tareas políticas— la atropelló con su tractor. En el incidente la mascota del matrimonio perdió una de sus extremidades, pero aún así revoloteaba coja y alegre entre los cientos de visitantes que llegaron a Rincón del Cerro.
De hecho, numerosos medios retrataron a Mujica y Topolansky con Manuela en brazos. La muerte de esta última fue divulgada por periódicos locales en la noche del 7 de junio. Enseguida, las redes sociales uruguayas reaccionaron.
La perra se volvió símbolo del mandato de Mujica (2010-2015). Tanto es así que el Premio Nacional de Artes Visuales, el mayor galardón de su tipo en Uruguay, premió a Agustina Fernández Raggio, una creadora que presentó una banda presidencial bordada a medida para la 'primera mascota' del país.
Gran Premio de Artes Visuales 2014 del MEC: "Miniatura banda presidencial". Además, hizo una para la perrita Manuela pic.twitter.com/FNGlEbk4IP
— Edison Casulo (@ecasulo) 26 de agosto de 2014
El escudo de la cinta fue bordado tal como se realiza la banda original, con un meticuloso trabajo con hilos de oro. En aquel momento, solo una monja sabía realizar con cabalidad la tarea, pero la artista aprendió a hacerlo.
La actual vicemandataria contó también que su animosidad llevaba a que, en ocasiones, hubiera que encerrarla cuando había reuniones oficiales en la casa de campo de la Presidencia en Anchorena (Colonia). Sin embargo, la animalita —a quien Topolansky definía como "casi humana"— no daba el brazo a torcer y se ponía a lloriquear si esto pasaba.