"Un solo hombre gobernando y tomando todas las decisiones como autócrata, en nombre de toda una nación, es el sueño de Andrés Manuel", dijo el dirigente, fundador en 1989 del Partido de la Revolución Democrática (PRD, centroizquierda) que presidió entre 2006 y 2012.
Sin embargo, actualmente el PRD integra la coalición Por México al Frente, junto con el Partido Acción Nacional (PAN, centroderecha) y Movimiento Ciudadano (MC, centro), en la cual Ortega juega el papel de coordinador de Alianzas y Consejos Ciudadanos como principal contrincante de López Obrador.

La coalición que encabeza el candidato Ricardo Anaya de 39 años, es "una novedad política contra el orden establecido", contrasta Ortega a sus 65.
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"En la historia política de México, el caudillismo que encarna López Obrador se remonta a la colonización española, se prolonga en el siglo XIX de la independencia, y se consolida después de la Revolución Mexicana en el siglo XX", señala el dirigente forjado en los años 1970 y 1980 en los partidos Socialista de los Trabajadores (PST) y Mexicano Socialista (PMS).
El político opositor estima que "la idea de gobiernos de un solo hombre y de un solo partido, se ha extendido a EEUU y otros países del continente, sin mencionar ejemplos aislados como Corea del Norte".
Centrismo plularista
Desde la visión socialdemócrata de Ortega, Anaya representa a un típico candidato centrista.
"A él le escuché una expresión tajante, que nunca había hecho un candidato surgido del PAN: Acción Nacional [PAN] no es un partido de derecha, sino una formación humanista", reseñó.
México no debe ser una excepción de la "infinita gama de grises" ideológicos, dijo el político que recordó que en la guerra fría "todos los conceptos era blanco y negro, se hablaba de proletarios y burgueses, conservador y progresista, que ya no son vigentes".
Críticas a su antiguo compañero
En cambio, Ortega observa que AMLO, como lo llaman sus seguidores y adversarios a López Obrador por sus siglas, "plantea el extremismo político polarizado".
"Andrés siembra la división contra todo el que piensa diferente, prolonga una antigua tradición enraizada en el hombre fuerte", insiste.
Recuerda una frase del dictador que lo retrata: "a México solo lo puede gobernar un hombre solo, con palos a diestra y siniestra".
El estilo personalista de AMLO es similar, afirma, citando de memoria sus discursos: "yo perdonaré, yo amnistiaré, yo aplicaré la justicia, yo legislaré, yo barreré la corrupción, yo, yo".
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Ese enfoque es contrario a un Jefe de Gobierno "que coexiste con otros poderes, la justicia y las leyes de otros poderes", en equilibrio democrático, argumenta.
Historia de una ruptura
La visión del poder desde la izquierda socialdemócrata "es esencialmente la democratización del poder y de la responsabilidad de gobernar", explica Ortega.
La discusión democrática abierta, prosigue "no es un asunto de buenos contra malos en el poder".
Ortega recuerda un día de discusión en la oficina de Andres Manuel, en su oficina de la calle San Luis Potosí, colonia Roma, Ciudad de México, cuando por primera vez fue candidato presidencial en 2006.
"Le pedí que pusiera énfasis en la importancia que tiene el Congreso, para el ejercicio del poder democrático", revela.
La respuesta de AMLO se centró en dos ideas, que no se borran de la memoria de su excompañero.
"Eso de la democracia es una teoría, en el ejercicio del poder lo que se necesita es fuerza y autoridad, no discusión democrática", dijo AMLO en su primera definición.
La segunda, sobre el papel de los legisladores, es más desconcertante, recuerda: "los diputados sirven solo para conseguir viáticos, repartir volantes y pagar boletos de avión", dijo, según su versión.
Asistió la plana mayor: López Obrador, el tres veces candidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, Manuel Camacho (1946-2015), Jesús Zambrano —exguerrillero que alguna vez debatió con Fidel Castro—, Ebrard y el propio Ortega.
En nombre de todos, Camacho le presentó al líder un documento para proponer a la nación una profunda reforma del Estado, política y social, "para no despilfarrar el enrome caudal de votos de la tercera parte del electorado".
"Su reacción fue ponerse de pie, a media comida, dejar el plato a la mitad, y decir que, no compartía la idea", resume.
Así rechazó la propuesta de buscar acuerdos, de los cuales él podía ser el actor fundamental, una reforma que debía negociarse en el Congreso con otras fuerzas políticas.
López Obrador se retiró con una frase lapidaria: "nada me deben, nada les debo", y dio el portazo.
En 2014 fundó el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), como líder supremo que lo ha hecho candidato por tercera vez.
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Ortega dijo que sus viejos compañeros que se fueron a Morena, nacieron peleando contra la presidencia imperial, sufriendo cárcel y asesinatos.
"Ahora están bajo la órdenes de quien pretende ser un presidente imperial", lamentó.
Así retrata a compañeros como Pablo Gómez, comunista y preso político en los años 1970, "amigo al que aprecio mucho, que peleó toda su vida y ahora es una paje de un caudillo autócrata", sentenció.

La idea de negociar una reforma del Estado en el Congreso, demorada por décadas, la recogió Peña Nieto (2012-2018).
Su resultado fue bautizado por la prensa internacional como el "mexican moment".
AMLO la quiere someter a consulta con planes de revertirlas si gana el 1 de julio.