La misión declaró en un comunicado que "lamenta comunicar la suspensión del partido entre los seleccionados de Israel y Argentina previsto para el próximo sábado 9 de junio, como antesala al juego por el Mundial en Rusia".
"Las amenazas y provocaciones dirigidas a Lionel Messi, que lógicamente suscitaron la solidaridad de sus pares y el temor a concretar el amistoso, no son ajenas a la cotidianidad de la población civil en Israel cuyos deportistas, sin ir más lejos, han sido en numerosas oportunidades objeto de violencia y atentados", dice la nota.
Al mismo tiempo la nota añade que las relaciones entre Argentina e Israel "no se dirimen en un partido de fútbol" y que "el país democrático y el público plural compuesto por judíos, musulmanes y cristianos espera siempre con ansías poder recibir a las principales figuras del deporte argentino".
Anteriormente, algunos palestinos y activistas por la causa de ese pueblo llegaron hasta el centro donde entrena la selección albiceleste en Barcelona y quemaron camisetas del astro de fútbol argentino Lionel Messi y otras manchadas de sangre.
El embajador de Palestina en Argentina, Husni Abdel Wahed, sostuvo que "este partido es como que nosotros celebráramos el aniversario de la ocupación de (las islas) Malvinas, esto sería una aberración, una falta de respeto y una agresión al sentimiento del pueblo argentino".
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El entrenador de la selección argentina, Jorge Sampaoli, estudia ahora organizar un partido amistoso en Barcelona, antes de que su equipo viaje a Rusia para el Mundial de la FIFA que comenzará el 14 de este mes.