"El conflicto en Sudán del Sur continúa por quinto año y los sufrimientos de las personas están a un nivel inimaginable, las conversaciones de paz aún no tuvieron resultados", dijo Lowcock.
Sin embargo, en los últimos meses, las organizaciones humanitarias pudieron ayudar a unos dos millones de personas, a pesar de que los bandos del conflicto obstaculizan la labor de las agencias humanitarias.
Lowcock dijo que después de cinco años de conflicto, alrededor de 7,1 millones de personas en Sudán del Sur, más de la mitad de la población del país, necesitan asistencia humanitaria.
Al mismo tiempo, Sudán del Sur sigue siendo el lugar más peligroso para los trabajadores humanitarios, ya que 100 empleados de esas misiones fueron asesinados allí desde 2013.
Además: Sudán del Sur, una guerra infinita por petróleo y poder
El vice secretario agregó que varios países del Consejo de Seguridad de la ONU en un ambiente informal le dijeron que estaban examinando la posibilidad de imponer un embargo de armas a Sudán del Sur para mejorar la situación.