El secretario de Comercio de Estados Unidos, Wilbur Ross, anunció que a partir de este 1 de junio se aplicarán aranceles del 25% al acero y del 10% al aluminio importado desde esos destinos, en consonancia con las promesas de la campaña electoral de Donald Trump, uno de cuyos lemas centrales fue "America First".
México respondió con tarifas sobre aceros planos, lámparas, piernas y paletas de cerdo, embutidos y preparaciones alimenticias, manzanas, uvas, arándanos y quesos. Canadá anunció aranceles para el acero y aluminio estadounidense y otros productos.
Para Ponce, exsecretario de Industria y Comercio de Argentina, "se termina de enterrar el multilateralismo como forma esencial de las relaciones comerciales internacionales".
Las consecuencias de estas medidas serán vastas y afectarán no solo a los países involucrados, que ya anunciaron represalias, pero "esto no satisface a nadie".
La respuesta de la Unión Europea, de afectar empresas estadounidenses como Harley Davidson o Levis, o lo que hace México, de buscar alimentos que antes provenían de Estados Unidos en Argentina o Uruguay, puede favorecer a algunos países, pero a la larga son medidas que "no son positivas, porque van a traer conflictos, excedentes comerciales que se van a intentar colocar en otras regiones", señaló el experto.
Países como Argentina, que tienen una baja competitividad en muchos sectores, van a tener que competir "con producciones altamente competitivas de estas regiones afectadas", destacó.
En cuanto al anuncio de que la UE recurrirá a los mecanismos de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Ponce es escéptico: "Si estamos hablando de que el multilateralismo ha muerto, sus organizaciones también están atravesando una crisis".
"La OMC está viviendo en carne propia la imposibilidad de desarrollar su accionar de la manera en que se pensó, cuando se creyó que la globalización era el camino hacia el que todos avanzábamos, cumpliendo las normativas y viendo una forma ordenada de protagonizar este nuevo tiempo", opinó el economista argentino.
Hay una "impotencia para frenar medidas proteccionistas como las que propuso EEUU".
"No se han creado anticuerpos lo suficientemente poderosos que impidan que pasos como este puedan terminar siendo concretados", aseguró.
¿Guerra comercial con la UE y amistad con China?
El analista argentino considera que se está produciendo algo impensado un año atrás, cuando Trump asumió la presidencia de Estados Unidos en enero de 2017 y se creía que se iba a la guerra comercial con China.
Sin embargo, en abril de ese año, el mandatario se reunió con el líder chino Xi Jinping en su residencia de Palm Beach, en donde, según Ponce, habrían acordado "protagonizar juntos esta etapa de post globalización, caracterizada por la revolución industrial 4.0, que está basada en tres pilares: la aplicación a las cadenas de valor de la inteligencia artificial, de la internet de las cosas y el aceleramiento del proceso de robotización".
"China y EEUU han resuelto protagonizar juntos este proceso de revolución industrial 4.0 porque tienen una dependencia tecnológica, y quien maneje la agenda tecnológica va a indicar hacia dónde se inclina el poder mundial", concluyó.