"La Embajada estaba en contacto con los Bitkov y sus abogados, así como con los órganos guatemaltecos de aplicación de la ley desde el momento de su detención en Guatemala, buscando en el marco de su competencia proporcionar toda la asistencia necesaria a los rusos en apuros", explican en la Embajada de Rusia.
"Sin embargo, después no cesamos los intentos de contactar a los Bitkov, aunque siempre nos respondieron que su posición no había cambiado", continúan los diplomáticos.
Enfatizan que los Bitkov son legalmente ciudadanos rusos, porque, según la legislación de la Federación de Rusia, no se puede renunciar a la ciudadanía rusa si: 1) se está siendo investigado en Rusia por un delito penal, 2) no se tiene la ciudadanía de un tercer país o garantías de su adquisición.
"Por lo tanto, la Embajada de Rusia considera a los Bitkov como ciudadanos rusos, continuará analizando su caso en las instituciones judiciales guatemaltecas e internacionales y buscará su extradición", concluyen en la Embajada de Rusia en Guatemala.
Quiénes son
Ígor Bitkov, su esposa Irina y su hija Anastasia fueron detenidos en 2015 en un caso relacionado con una red criminal que operaba en la agencia de inmigración de Guatemala y en el registro nacional de personas. Un total de 39 personas, incluidos presuntos miembros y clientes de la red criminal, fueron condenados en el caso.
No obstante, la defensa de Ígor Bitkov argumentó más tarde que padece problemas de salud no especificados y no podría aguantar la estancia en la cárcel.
La jueza Éricka Aifán tomó la decisión de aceptar la solicitud y cambió el encarcelamiento por arresto domiciliario. Sin embargo, no concedió el mismo privilegio a su mujer e hija, quienes también lo habían solicitado.
Según los datos del periódico ruso Kommersant, Bitkov tenía en propiedad una fábrica de celulosa y papel. Escapó de la Policía rusa al otro lado del océano tras un conflicto con sus acreedores de VTB, uno de los mayores bancos rusos con participación estatal.
Pero, ¿por qué Guatemala? La razón es que se trata de uno de los pocos países que no tienen tratado de extradición con Rusia. Sin embargo, la jueza, al pronunciar el veredicto el 10 de enero de 2018, consideró esta versión como un intento de escapar de su responsabilidad.
Los Bitkov fueron demandados por un reclamo civil de VTB por más de 1.000 millones de rublos —unos 16 millones de dólares—. El tribunal satisfizo completamente la demanda del banco sentenciando y falló que el daño puede ser compensado vendiendo la propiedad, así como con dinero en sus cuentas bancarias y fondos retirados en efectivo desde los escondites.
¿De nuevo la mano de Moscú?
Es más, en su artículo del 2 de mayo, The Globe and Mail anticipó la próxima libertad condicional de Ígor Bitkov, que en aquellas fechas parecería inverosímil para un extranjero en Guatemala sentenciado a ni más ni menos que 19 años de prisión.
Browder sigue el caso de los Bitkov muy de cerca.
BREAKING: Igor Bitkov released by Judge Aifan to house arrest. Irina & Anastasia are still being held. No plausible explanation why any member of the Bitkov family is not released unconditionally after 3 exonerations from Constitutional Court https://t.co/OiWG5KohsW
— Bill Browder (@Billbrowder) 28 мая 2018 г.
Según The Globe and Mail, en una carta manuscrita de siete páginas enviada desde una cárcel guatemalteca, la familia Bitkov solicitó al Gobierno del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, "protección inmediata" después de su liberación. La carta, escrita por Anastasia Bitkova, hija de Ígor e Irina Bitkov, denuncia más de una década de persecución por parte de las autoridades rusas, incluido su propio secuestro y violación. La culpa del secuestro recae en el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), afirma Browder.
En Canadá, el interés mediático hacia los tres rusos saltó a la arena política. La oficina de la ministra de Asuntos Exteriores, Chrystia Freeland, dijo que el Gobierno está "activamente involucrado" en el caso y que la Embajada de Canadá en Guatemala está colaborando en este asunto con la Embajada de EEUU. Además, Ottawa trabaja en estrecha colaboración con la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados en la selección de refugiados para el reasentamiento en Canadá.