"Podría ser una salida a un problema del todo realista. Cada paso que se dé para intensificar las relaciones entre ambos países y para desarrollar una cooperación que sea beneficiosa para los dos influirá positivamente en la política hídrica (…) Estos dos recursos naturales, el agua y las fuentes de energía, pueden poner de su parte a la hora de hacer que la cooperación entre Irak y Turquía vaya evolucionando dándole una nueva dimensión", explica a Sputnik.
Ya en 2014, el entonces primer ministro iraquí, Nuri Maliki, presentó toda una serie de reclamaciones a Turquía sobre la construcción de las presas. A lo que Ankara respondió peligrosamente al declarar que, como Irak no se proponía compartir su petróleo, igual Turquía no estaba obligada a compartir sus recursos hídricos.
Las disputas no han permitido que se coopere para encontrar una solución y regular los recursos hídricos.

Yildiz, que dirige el Centro de Investigación de Políticas Hídricas de Turquía, asegura que el 'equilibrio hídrico' en la región, "a pesar de los esfuerzos de Turquía durante los últimos 30 años", finalmente fue víctima de la cooperación fallida entre los actores regionales. Recuerda que, según un informe de la ONU de 2013, Irak y Siria necesitan las presas turcas, ya que "el Tigris y el Éufrates son ríos que no se regulan" y transportan sus aguas cuando la agricultura no las necesita.
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"La atmósfera de inestabilidad y de desconfianza mutua que reina entre los países de Oriente Medio impide el diálogo en todas las esferas, incluida la del uso de los recursos hídricos. Las presas en Turquía son estructuras creadas para resolver la crisis del agua en la región", asegura.
Gran parte de la inestabilidad en Oriente Medio, dice, es responsabilidad de la comunidad internacional. "Han abocado a la región" a ella, denuncia. Después del acuerdo según el cual a Siria debía llegar el 48% de las aguas del Éufrates y el 52% a Irak, más de la mitad de las agua del Éufrates que fluyen a través de Siria fueron a parar a su vecino.
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Sin embargo, añade, la situación en Irak empeoró por la rápida construcción de una presa en Irán en los afluentes del Tigris y el proyecto de desarrollo hídrico de la administración regional kurda del país. "Esta situación afectará directamente a las aguas de Irak provenientes del lecho del río Tigris", señala el especialista turco.
De ahí que, con el tiempo, Turquía tendrá menos responsabilidad sobre la política de seguridad hídrica.
"La única salida es unir los esfuerzos de los actores regionales para resolver un problema que es común (…) Al final, Oriente Medio debe demostrar su voluntad de repartir su petróleo y sus recursos hídricos (…) Intercambiar agua por petróleo es solo uno de los deberes que podemos ponernos para aumentar la cooperación regional", concluye.
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