Inversión es el trofeo anticipado de los Juegos Suramericanos en Bolivia

"Ya ganamos medalla de oro para Bolivia, y particularmente para Cochabamba, por la cristalización de este sueño que nos dejará una herencia muy valiosa, más allá de la infraestructura deportiva", dijo Canelas en una declaración telefónica.

​La homónima capital departamental, en el centro del país, acogerá desde el 26 de mayo a casi 5.000 deportistas de 14 países en los juegos regionales suramericanos más grandes realizados hasta ahora, en decenas de escenarios nuevos o restaurados que las autoridades locales no dudan en calificar como los mejores de la región.

Canelas señaló que si bien 200 millones de dólares son mucho menos que las inversiones en juegos deportivos internacionales en otras regiones del mundo, para Bolivia "constituyen un récord y un gran logro" en términos relativos.

"Para la economía boliviana, gastar en menos de dos años esta cifra en una competencia deportiva ha representado un gran esfuerzo, más aun si se considera que todo el gasto se hace sin endeudamiento", afirmó el gobernador, correligionario político del presidente Evo Morales.

Canelas señaló que más de tres cuartas partes de la inversión corrieron por cuenta del Gobierno central, destacando justamente el interés personal de Morales en el éxito de los juegos, mientras el saldo fue aportado por los gobiernos locales.

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Solo en infraestructura, la inversión sumó el equivalente de unos 150 millones de dólares, con los cuales fueron mejorados o construidos en total 43 escenarios deportivos repartidos en 14 municipios, incluida la ciudad de Cochabamba, sede principal a 2.500 metros sobre el nivel del mar.

Aparte de la infraestructura, 50 millones de dólares se gastaron en la organización para los 14 días de competencia, en los que se disputarán 377 medallas de oro en 35 deportes.

Canelas restó importancia a denuncias de la oposición sobre supuestas contrataciones irregulares, asegurando que las críticas se referían principalmente a algunas compras por invitación directa, sin licitación, que calificó como "inevitables para acelerar la organización y procurando total transparencia".

​"El balance que ya podemos comenzar a hacer es que estos juegos dejan una gran experiencia de esfuerzo colectivo y un gran beneficio de infraestructura y de imagen, porque mostramos al continente y al mundo que estamos en condiciones de afrontar retos de esta magnitud", aseveró.

Entre los escenarios, el gobernador destacó el remodelado estadio de fútbol, un estadio exclusivo para atletismo, un velódromo techado para ciclismo, dos complejos acuáticos, un centro ecuestre y un polígono de tiro dotado de tecnología que será estrenada en Bolivia como prueba para los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

"No tenemos nada que envidiar, más bien que nos envidien", afirmó orgulloso.

El gobernador destacó que, además de los escenarios deportivos, se construyó en las afueras de Cochabamba una villa deportiva para 4.500 personas, en forma de complejo de apartamentos que luego de los juegos será transformado en viviendas de interés social.

Igualmente, en la subsede de Villa Tunari, en la región tropical del Chapare —cuna política del presidente Morales- se ha construido otra villa que será utilizada luego como base de un centro de alto rendimiento.

La Federación de Empresarios Privados de Cochabamba, que convocó a promover a la región como un destino de turismo deportivo, coincidió con el entusiasmo del gobernador por la capacidad ganada para organizar competencias de diversos deportes.