"La posibilidad de que haya un mayor gasto e inversión pública tanto del Gobierno central como en el sector subnacional dinamizará la economía boliviana y eso es bueno", afirmó el ejecutivo al proyectar el desempeño de la economía de este país sudamericano para el 2018.
Los anuncios auspiciosos del Gobierno de garantizar una inversión en el sector petrolero de al menos 1.600 millones de dólares para los próximos tres años le permitirán a Bolivia mayores ingresos, estimó.
A la mejora de los precios del petróleo se suma la estabilidad de precios de los minerales y de los alimentos, lo que beneficiará al sector exportador, alentó el gerente del IBCE.
En ese marco, el balance de 2017 es auspicioso, pese al menor crecimiento logrado respecto de los cuatro años anteriores.
En 2013, Bolivia tuvo un crecimiento récord de 6,8% mientras en 2014 alcanzó a 5,5%; el 2015 a 4,9% y el 2016 a 4,3%.
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Este 2017 se espera un crecimiento superior al 4%.
Rodríguez señaló que si bien el crecimiento que logrará Bolivia este año será el más bajo respecto de los anteriores, "hay que destacar que este es sostenido por el mercado interno, pero también por el gasto y la inversión pública".
"El 2017 va a ser el tercer año con déficit comercial, previsiblemente por 1.000 millones de dólares, querrá decir que entre el 2015 y 2017 Bolivia tiene un déficit acumulado en su balanza comercial por 3.000 millones de dólares y esto no es un tema menor porque desde el 2015 tenemos saldos deficitarios en la balanza comercial", precisó Rodríguez.
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El IBCE espera que a las inversiones en el sector petrolero y a la anunciada producción de bioetanol en 2018, se logre potenciar el sector agroexportador para recuperar los niveles de superávit en la balanza comercial tal como ocurrió en Bolivia en el decenio 2004-2014.