La primera sesión del nuevo gabinete de ministros de Hungría transcurrió en un ambiente poco formal en el Centro Cultural de Klebelsberg, Budapest.
"El primer ministro, Viktor Orban, y su gabinete de entrada demostraron que Kiev no debería contar con que Budapest retire sus exigencias. Aunque están listos para llegar a un acuerdo, si Ucrania escucha sus demandas", explicó a Sputnik el politólogo húngaro Gabor Shtir.
Sin encontrar apoyo en la Unión Europea, el primer ministro húngaro acudió a la OTAN. El Gobierno actual de Kiev busca a toda costa integrarse con esa organización, pero Budapest ya ha insinuado que bloqueará su participación en el próximo foro de la alianza, agregó el profesor de la Academia de Ciencias de Hungría, Tamas Pal.
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De acuerdo con Tamas Pal, los problemas de Ucrania radican en la "mentalidad provincial" de sus dirigentes. El frenesí nacionalista que se ha apoderado de sus mentes les impide ver más allá de sus fronteras, donde recuerdan bien las lecciones de la historia, resumió el académico.
"Nadie quiere volver a cambiar el mapa de Europa del Este, pero esto no significa que Ucrania pueda ignorar las realidades históricas. Por ejemplo, olvidarse que Mukácheve anteriormente era una ciudad húngara, país con el cual mantienen estrechos lazos históricos. Para poder integrarse a la UE, [Ucrania] debería acudir al diálogo y no a consignas", sostuvo Tamas Pal.
El problema más notable en Ucrania es la incapacidad de controlar las fuerzas nacionalistas cuyas actividades son cada vez más destructivas. Tales fuerzas están presentes en todos los países sin exclusión, pero el Gobierno debe tener la capacidad de mantener esas fuerzas dentro de ciertos límites. Y hasta ahora Kiev no parece poner mucho esfuerzo.
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