"Lo consideramos como nuestro deber patriótico de presentar al Poder Ejecutivo y Legislativo de la República de Polonia la propuesta de adoptar urgentemente leyes que prohíban a las administraciones locales firmar acuerdos de cooperación con las ciudades extranjeras en que se santifiquen a los asesinos del pueblo polaco y a los criminales de guerra", se afirma en la carta.
En el documento se destaca el hermanamiento entre la antigua capital de Polonia, Cracovia, y la actual capital ucraniana de Kiev, en la cual sus principales calles ya portan los nombres de los nacionalistas ucranianos: Stepán Bandera y Román Shujévich, "responsables del genocidio del pueblo polaco".
"¿Habría firmado la Administración de Cracovia un acuerdo con Berlín si allí se hubiera establecido un monumento a Hitler o una plaza tuviese el nombre de Hitlerplatz?", se preguntan en la carta los firmantes.
Esta petición se suma a la resolución que fue aprobada en julio pasado por la Cámara Baja del Parlamento de Polonia en el que responsabilizan a los nacionalistas ucranianos de varias matanzas de la Segunda Guerra Mundial. Asimismo, se declaró el 11 de julio como el Día Nacional de Conmemoración de las víctimas del genocidio perpetrado por la Organización de Nacionalistas Ucranianos y la 14ª División de Granaderos Waffen-SS entre 1939-1945.