La decisión paraguaya es, según la ANP, "una violación de resoluciones relevantes de la ONU y del derecho internacional" y representa "una sumisión a los dictados y los sobornos estadounidenses e israelíes".
La Embajada de Paraguay, inaugurada el 21 de mayo por el presidente paraguayo, Horacio Cartes, se encuentra en el barrio de Malha, en la parte oeste de la ciudad, la que según el derecho internacional, corresponde a Israel.
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La zona este está ocupada por Israel y tendría que ser la capital del futuro Estado palestino. Por este motivo, la comunidad internacional no reconoce Jerusalén como capital de Israel y hasta ahora, todos los países mantenían sus embajadas en Tel Aviv.
Horas antes de que se abriera la nueva legación diplomática paraguaya, Ashrawi había llamado a Cartes "a retractarse de su decisión y a dar los pasos necesarios para responsabilizar a Israel de sus flagrantes violaciones de los derechos humanos y sus crímenes contra la humanidad".
