Todos los caminos conducen a Roma, dice el refrán. Ahora habría que agregarle: 'y todos los dolores de cabeza de Bruselas, provienen de Roma'. Y es que la ciudad eterna ha sido testigo este viernes de un pacto histórico que refleja la complicidad para gobernar de dos partidos políticos, a los que en principio se les presumía escasas posibilidades de congeniar, y que inquietan a Bruselas.
Más información: Embajador italiano: Italia podría ser el "puente" entre Rusia y Occidente
El presidente de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia, explica que "normalmente suele haber una diferencia muy importante – eso lo estamos viendo con mucha claridad durante los últimos años –, entre lo que los distintos partidos alternativos anuncian como su posible programa de Gobierno, a lo que luego es la realidad, esto lo hemos visto en muchos países, en concreto con lo que son los grandes retos del momento en Europa".
En este sentido, en lo que tiene que ver con la política exterior de la UE, piden respetar el principio de no injerencia en asuntos internos y, aunque confirman su pertenencia a la OTAN, abogan por una apertura a Rusia como "socio comercial y económico" y el levantamiento de las sanciones.
En este punto, Zelaia incide en que "los (países) que han defendido y sostenido la dinámica de sanciones, saben que tienen al conjunto de la opinión pública y de los sectores productivos en contra, y que sus posiciones desde un punto de vista lógico se sostienen muy difícilmente, y por lo tanto pueden ser muy débiles. Bastaría con que uno o dos países potentes asumieran esos planteamientos para que todo el esquema de sanciones que tienen que mantenerse sobre una dinámica de unanimidad, se derrumbara", observa el analista.
Otra de las reivindicaciones del programa es que la austeridad ya no será una opción en un Gobierno integrado por estas dos formaciones, al apostar todas las fichas en una política de crecimiento para reducir la colosal deuda pública del país. Según el texto, "La acción del gobierno apunta a la reducción de la deuda pública no mediante recetas basadas en impuestos y la austeridad, políticas que no han logrado sus objetivos, sino más bien a través del aumento del PIB basado en la reactivación de la demanda interna".
También hay novedades para los trabajadores. Ambos partidos prevén bajar la edad de la jubilación, que está previsto que en 2019 pasara a los 67 años. La nueva configuración indica que en adelante, se puede dejar de trabajar cuando la edad cronológica del trabajador, sumada a los años cotizados, sumen 100.
Más información: España supera a Italia por primera vez en PIB per cápita
Pero sin dudas las medidas estrella del programa son una reforma fiscal "valiente y revolucionaria", con los impuestos a particulares y empresas rebajados a dos baremos de 15 y 20% para la Liga, y la instauración de un "ingreso de ciudadanía" de 780 euros mensuales para el M5S.
Al respecto, Zelaia llama a mantener una prudencia respecto a lo que pueda pasar en Italia, porque según explica, "en general estos movimientos (partidos políticos) se han encontrado a la hora de llegar al Gobierno con que las repercusiones de cuestionar el statu quo, han llegado mucho más lejos de lo que ellos pensaban, y de alguna forma han reorientado sus posiciones para hacerlas más atemperadas en el tiempo", concluye el experto.