La gobernadora de Roraima, Suely Campos, pidió en rueda de prensa que se cierre la frontera porque Roraima "no aguanta", pero la abogada general de la Unión (representante del Gobierno en la disputa), Grace Mendoça, remarcó que un hipotético cierre es "innegociable" porque vulneraría todos los tratados que Brasil firmó sobre cuestiones humanitarias.
Sus hospitales y otros servicios públicos están saturados y sin recursos suficientes para atender a todo el nuevo contingente de población, según denuncian las autoridades locales.
"Roraima no aguanta, no soporta más cargar con el extra de tantas de demandas en el servicio público; nuestro estado es el más pequeño del país, con el menor PIB, no puede soportar ese incremento de demanda en los servicios públicos de salud, educación y seguridad", criticó la gobernadora después de la audiencia con la abogada de la Unión.
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La representante de Roraima pidió hace un mes al presidente Michel Temer que cerrara la frontera de forma temporal para evaluar de forma exhaustiva cuál es la capacidad real del estado para acoger más inmigrantes, pero ante la negativa tajante del Gobierno optó por pedir al menos 180 millones de reales (48 millones de dólares).
A pesar de las críticas a la gestión del Gobierno Temer la gobernadora valoró positivamente el programa de interiorización que se puso en marcha recientemente en colaboración con el Ejército, y que ha logrado trasladar alrededor de 500 inmigrantes venezolanos a otras ciudades del país, para así descongestionar Roraima.
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El próximo 8 de junio las autoridades de Roraima y del Gobierno central volverán a reunirse; el Ejecutivo de Temer presentará entonces la contrapropuesta, después de consultar a los ministerios involucrados sobre cuánto dinero podrá poner a disposición para cubrir los gastos generados por la atención a los venezolanos.