El diplomático constató que "la espiral de sanciones desencadenada por Washington y Bruselas sí que repercute en la cooperación ruso-italiana" actual.
Sin embargo, Lavrov confió en que no influya en el desarrollo de la cooperación en el futuro.
"Estamos seguros de que partiendo del interés objetivo de las comunidades empresariales de los dos países por reforzar la cooperación práctica la actual turbulencia en el mundo no influirá en las perspectivas de la colaboración ruso-italiana", dijo.
Ese mismo año, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países aprobaron varios paquetes de sanciones contra Rusia.
El 6 de abril, EEUU extendió sus restricciones financieras a 38 ciudadanos y compañías privadas y públicas de Rusia, entre ellas la exportadora de armas Rosoboronexport, el gigante de aluminio Rusal, los conglomerados industriales Russian Machines, Basic Element, la empresa automotriz GAZ y otras.
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En abril el Congreso estadounidense presentó un informe en el que reconoció que ninguno de sus testigos entrevistados tenía evidencias de la presunta intromisión de Rusia en el proceso electoral.
Sin embargo, el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes sigue insistiendo, aunque sin pruebas, que hubo interferencia en esos comicios.