"En cualquiera de los barrios de Siria que se escapan al control del Gobierno siempre pueden aparecer Cascos Blancos, una gran parte de los cuales abandonó Guta junto con los combatientes, y avisar del 'ataque químico' de turno. Ya hubo hace poco anuncios de militares sirios sobre que cabía esperar este tipo de provocaciones", explica Leonkov.
Parly ya adelantó algo el 8 de mayo, cuando desde la radio alemana RTL dijo no excluir nuevos ataques si se volvían a usar armas químicas en territorio sirio. Atribuyó a una cuestión de prevención el ataque del 14 de abril de la coalición formada por EEUU, Francia y el Reino Unido sobre varios laboratorios y fábricas de productos químicos.
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"Si [el ataque químico] se vuelve a repetir, podemos volver a tomar la decisión de atacar de nuevo", advirtió la ministra de Defensa francesa.
"Y ahora, en lugar de empezar a negociar y a recuperar su autoridad, no hacen más que pisar el acelerador para intentar demostrar que son los más fuertes. Algo que lleva a un corredor sin salida y a que posiblemente aparezcan más conflictos de gran escala", subraya.
Los países occidentales culparon a Damasco a mediados de abril de un supuesto ataque químico en la ciudad de Duma, en Guta Oriental. Moscú negó que el Ejército sirio hubiese lanzado bombas de cloro y desde el Ministerio de Exteriores denunciaron que el objetivo es justificar ataques militares desde fuera.
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