El pedido de un préstamo al FMI genera "angustias y miedo" entre los ciudadanos, pero "este camino, pese a las dificultades, termina en el desarrollo y el crecimiento", dijo el jefe de Gabinete, Marcos Peña, durante una conferencia de prensa en la Casa Rosada (sede del Gobierno).
El objetivo del Gobierno, indicó Peña, es "depender menos de una fuente de financiamiento", y recordó que Argentina "nunca se fue ni dejó de ser miembro del Fondo".
En todo caso, "no es cierto que la historia se repite", aseveró el jefe de ministros en una alusión indirecta a la crisis de 2001, que hizo colapsar al país tras seguir las recetas económicas del FMI durante la década de los 90.
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La mano derecha del presidente Mauricio Macri no quiso adelantar el monto que se negocia con el organismo multilateral, y advirtió que el proceso de negociación se extenderá por unas semanas.
Pero ante la crisis económica que atraviesa el país, el jefe de gabinete admitió que en esta etapa el FMI va a "pedir y exigir más", aunque subrayó que Argentina está "a la altura de eso" y que "no hay que tener miedo".
Peña también reivindicó la política "gradualista" que lleva a cabo el Gobierno de Macri pese a la vulnerabilidad externa que enfrenta su economía y que ha devaluado el peso más de siete por ciento en la última semana.
Relación controvertida
La relación entre Argentina y el FMI, que se remonta a la década de 1950, ha sido cuestionada por los habitantes del país sudamericano a lo largo de su historia.
Dos de las intervenciones que más se recuerdan en el país son la ayuda otorgada por el organismo de crédito a la Junta Militar que gobernó durante la última dictadura (1976-1983) y las recetas económicas del Fondo que durante los año 90 el país sudamericano siguió de manera escrupulosa y que lo convirtieron en un "alumno modelo" antes de colapsar económica, social e institucionalmente en la crisis de 2001.
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La decisión de volver al FMI supone para el presidente Macri un golpe en su imagen, mientras la divisa local volvió aumentar unos 20 céntimos hasta alcanzar un máximo histórico de 23,30 pesos por dólar.