"Faltan 53 días para las elecciones y estamos muy felices porque llevamos un 45% del electorado a nuestro favor", dijo Clouthier, coordinadora general de la campaña del izquierdista López Obrador.
En una elección sin segunda vuelta "es una ventaja cultivada por un equipo de gabinete que ha construido el Proyecto Alternativo de Nación, con el que estamos dando la cara y ofrecemos resultados".
Con López Obrador "ya hemos recorrido todo el país una vez, vamos a tocar los 300 distritos electorales, ya cumplimos la tercera parte del recorrido, lo que nos ha permitido que llegue a más rincones de manera física", describió.
Por su parte, el excanciller Castañeda dijo que los ejes de su estrategia consisten en posicionar la idea de que "está clarísimo que un 80% de los electores quieren un cambio en México".
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En segundo lugar, enfatizó que "solo hay dos candidaturas competitivas que permanecen en la contienda, López Obrador y Anaya, porque Meade ha sido un mal candidato y ya no está en la competencia".
Según Castañeda, autor de decenas de libros sobre el poder en México y su relación con EEUU, "Anaya ha venido subiendo cuatro o cinco puntos desde el primer debate (22 de abril) y acortó la brecha ocho o nueve puntos con López Obrador".
Voto útil y emoción
Ante ese escenario, el tercer eje es atraer el llamado "voto útil", una estrategia que el mismo Castañeda diseñó en 2000 para que el entonces candidato Vicente Fox derrotara al PRI con los votos de las izquierdas por primera vez en 71 años.
Para consumar ese plan, primero aparecen los seguidores de la independiente Margarita Zavala, esposa del expresidente Felipe Calderón (2006-2012), que salió del derechista Partido Acción Nacional de Anaya, quien es postulado por una coalición con el Partido de la Revolución Democrática (centroizquierda) y el Movimiento Ciudadano (centro).
Le sigue su búsqueda de los votantes del PRI; en tercer lugar, los votantes indecisos, y en cuarto, los votantes de López Obrador "que votarían con las narices tapadas y sin felicidad".
Unos "se sienten más cerca de Anaya", otros " saben que su candidato ya no ganó, y que votar por él es votar por López Obrador", dijo Castañeda.
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Castañeda admitió que la racionalidad de sus propuestas aparece avasallada por la emoción que despierta López Obrador.
"Es cierto que ante propuestas lógicas y coherentes los votantes buscan la emoción, pero todas las elecciones suelen ser emocionales", atajó.
Los candidatos estimulan la exaltación de la gente, "que quiere paz cuando hay guerra, seguridad cuando hay violencia, un mejor destino económico cuando hay crisis", replicó el director de estrategia de Anaya.
"Anaya apela a la racionalidad de los votantes, pero también apela a sus emociones, porque López Obrador no tiene el monopolio de la emoción", zanjó.
Dos propuestas anticorrupción
En materia de lucha a la corrupción, la propuesta de López Obrador "tiene varias vertientes, pero parte del principio de que la casa se barre de arriba hacia abajo", dijo Clouthier.
Prevenir la corrupción comenzará con "procesos de vigilancia de las compras gubernamentales, mediante nuevas tecnologías, en tiempo real, transparentes, sin fugas de información", dijo la estratega.
Otra medida es acabar con las asignaciones directas de contratos, "que dominan más del 80% en las obras de infraestructura, con el mecanismo de premios y regalos a los amigos y privilegiados", abundó.
Para acabar con esa práctica viciada, López Obrador establecería un padrón de proveedores que saque a relucir a quienes no pueden participar, puntualizó Clouthier.
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Según el candidato que busca por tercera vez la presidencia, un 10% del presupuesto que se pierde en corrupción, unos 25.000 millones de dólares, se recuperaría.
Clouthier señaló que otras fiscalías actuales, como la encargada de delitos electorales y la del sistema nacional anticorrupción, tampoco son autónomas.
"En los hechos, dependen de un procurador general que los puede correr (destituir)", como ocurrió en octubre en el marco de una investigación de los sobornos de la empresa brasileña Odebrecht supuestamente entregados a la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012.
El contraste entre las propuestas de López Obrador y Anaya, dijo Castañeda, "es muy sencillo: López Obrador quiere perdonar a quienes cometieron actos de corrupción en el pasado, y comienza con Peña Nieto".
Anaya "quiere un comisión de la verdad con operación internacional contra la impunidad en la corrupción y la violación de los derechos humanos, durante los últimos tres gobiernos desde el año 2000", indicó.
López Obrador "nombraría él mismo el fiscal anticorrupción, pero Anaya quiere que sea nombrado por el Senado", remató.
De la guerra a la paz
En el tema del narcotráfico la diferencia es importante, acotó.
Anaya, en cambio, "se propone terminar con la guerra, construir la paz, básicamente a través de tecnología, inteligencia y enfoques que van a hacer la diferencia", dijo.
La diferencia de enfoque es importante, porque "López Obrador propone la amnistía y Anaya la tecnología" contra la violencia.
Finalmente, el exjefe de la diplomacia mexicana aseguró que "en esta elección se puede consumar el proceso de cambio que iniciamos en el año 2000, que nunca llegó a buen puerto por razones que no vienen al caso".
La elección del próximo 1 de julio, "gracias al fenómeno de un frente plural de tres partidos, mediado por organizaciones de la sociedad civil y personalidades, es la propuesta de un Gobierno de coalición que sí puede lograr lo que no pudimos; aprendimos de los errores", dijo.
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Clouthier respondió que "en materia de seguridad, debemos pasar de la guerra a la paz, desde atender las causas hasta profesionalizar el trabajo policiaco".
Al relatar proyectos sociales, de cultura y deporte para que los jóvenes tengan una vida diferente y no vivan a merced del crimen, describió: "los programas, como el que Andrés Manuel llama 'becarios sin sicarios', buscan que los jóvenes se incorporen al mundo del trabajo".
Finalmente, la estrategia de policía busca fortalecer a las autoridades estatales y federales "para retirar al ejército de las calles, con mejores salarios e inteligencia policiaca", dijo.
Todos los días, López Obrador "le dedicará la primera hora de la mañana a vigilar la seguridad, a saber dónde y por qué se producen los delitos", terminó.
La Encuesta de Encuestas diaria del portal Oraculus, un promedio ponderado de decenas de sondeos, coloca a López Obrador en primer lugar de la intención de voto con 45 puntos porcentuales (entre 43 y 48%), en segundo lugar a Anaya con 30% (28 a 33%), y en tercer puesto a Meade con 18% (entre 16 y 20%).