"Está decidido: después de varias semanas de mucha reflexión, finalmente llegué a una conclusión; no pretendo ser candidato a presidente de la República", escribió en Twitter, destacando que se trata de una decisión estrictamente personal.
Está decidido. Após várias semanas de muita reflexão, finalmente cheguei a uma conclusão. Não pretendo ser candidato a Presidente da República. Decisão estritamente pessoal.
— Joaquim Barbosa (@joaquimboficial) 8 de mayo de 2018
Barbosa se había afiliado recientemente al Partido Socialista Brasileño (PSB) y desde hace meses se especulaba con su candidatura.
Barbosa, quien nunca antes había actuado en política, era señalado por muchos analistas como el candidato con más potencial de crecimiento.
Cuando presidió el Supremo, Barbosa lideró las investigaciones anticorrupción del caso 'Mensalão', un escándalo de compra de votos en el Congreso Nacional que llevó a la cárcel a buena parte de la antigua cúpula del Partido de los Trabajadores (PT).
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Esto contribuyó de forma determinante a que buena parte de la opinión pública le viera como el hombre independiente que podría regenerar la vida política del país.
Lula está preso (fue condenado a 12 años y un mes por delitos de corrupción) y el PT le mantiene como candidato, a pesar de que lo más probable es que la Justicia Electoral le impida presentarse a los comicios.
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En segundo lugar en las preferencias de los brasileños aparece el líder ultraderechista Jair Bolsonaro, con alrededor del 15% de las intenciones de voto, bastante distanciado del resto de candidatos más moderados.