El combate, en el que también resultaron heridos siete militares, comenzó sobre las seis de la mañana, después de que un grupo de infantería enviado para liberar a dos policías y dos civiles secuestrados a finales de abril tropezara con unos 70 insurgentes de Abu Sayyaf.
Durante el enfrentamiento, los soldados contaron con el apoyo de helicópteros de ataque MG-520 y unidades de artillería que provocaron la huida de los yihadistas.
El grupo insurgente Abu Sayyaf, que desde principios de los años 1990 busca establecer una provincia independiente islámica en el suroeste de Filipinas, en 2014 juró lealtad al autodenominado Estado Islámico, o Daesh, la organización terrorista proscrita en Rusia y otros países.
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