Una escalada de las tensiones en Siria pronto podría llevar a un conflicto armado a gran escala, pronosticó Hamide Yigit, una analista política turca especializada en asuntos de Oriente Medio. Según sus palabras, "EEUU, que actúa en territorio sirio como un invasor, busca mantener su presencia y expandir su influencia en el norte de Siria".
"Fuentes locales dicen que una operación a gran escala de las fuerzas gubernamentales sirias probablemente comience pronto. Ante esta situación, Estados Unidos no participará directamente en los enfrentamientos, sino que tratará de utilizar a los miembros de lo que queda de los grupos radicales como sus representantes, proporcionándoles el apoyo necesario, así como a las fuerzas armadas de los países de la región, que sufrirán pérdidas reales", sugirió la analista.
Para jugar un papel más importante en Siria, los actores implicados deben ganar posiciones importantes en el campo de batalla, subrayó la analista. Mientras que el Ejército de Siria ha logrado progresos considerables en los últimos meses, la coalición liderada por Estados Unidos está luchando por obtener una especie de "carta de triunfo" para hacerse con el control de la situación.
El "mensaje de fuerza" que Washington, Londres y París enviaron a Damasco en la noche del 13 al 14 de abril de 2018 —a través de su masivo ataque de misiles conjunto— iba en realidad dirigido a Irán y Rusia, opina Hamide Yigit.
"A medida que las posiciones de las fuerzas occidentales en Siria se debilitan, intentan usar diferentes estrategias para permanecer en la región", explicó. "El reciente movimiento conjunto de EEUU, el Reino Unido y Francia contra Siria es un ejemplo de esa estrategia, así como sus intentos de reforzar su presencia en Siria".
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Yigit ha destacado el hecho de que el grupo terrorista Estado Islámico —prohibido en Rusia— se ha caído de la retórica occidental, al tiempo que "el factor de Irán" ha sido presentado como una "amenaza" aún mayor.
"Los pasos [de la coalición liderada por EEUU] contra Irán podrían considerarse en este contexto, porque Israel define constantemente a Irán como su principal y más seria amenaza, algo de lo que Arabia Saudí y otros Estados del golfo Pérsico se hacen eco", indicó la politóloga.
Es por eso que Washington, a través de grupos armados bajo su control, busca expandir su influencia en las regiones de Al Raqa y Deir Ezzor, "porque cuando el Ejército sirio comience una operación militar a gran escala en esta región, la base estadounidense en Al Tanf estará bajo amenaza".
"EEUU es cada vez más consciente de esta inminente amenaza. Hasta la fecha, el Ejército sirio ya ha tomado el control de varias áreas en Deir Ezzor. Esto fue seguido inmediatamente por un paso de Israel: según los datos disponibles, las formaciones armadas iraníes desplegadas en la base militar al norte de Homs fueron atacadas, por lo tanto, estamos hablando de una agresión directa contra Irán", compartió Yigit.
La analista recordó que cada vez que los grupos controlados por EEUU en Siria comienzan a perder el control, Washington intensifica su retórica contra Damasco e "incita a los países de la región a iniciar un conflicto armado, mientras que Israel recurre a las demostraciones de fuerza utilizando tácticas para infligir ataques precisos". Mientras tanto, es la población de la región la que paga el alto precio de la estrategia de Occidente en Siria, enfatizó.
"Tiendo a ver las acciones actuales de las fuerzas occidentales como una estrategia para unir a los grupos yihadistas, que en su mayoría perdieron sus posiciones [en Siria], y prepararlos para el próximo conflicto en la región", resumió la analista política.
Mientras tanto, las Fuerzas Democráticas Sirias (SDF), dominadas por los kurdos, informaron de que las fuerzas militares francesas están reforzando sus posiciones en Manbij, al norte de Siria. El 4 de mayo, Sputnik recibió una foto que mostraba dos vehículos blindados con personal militar extranjero en el área del río Sajur. Anteriormente, hubo informaciones de que EEUU había establecido dos bases en la región.